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Ntra. Sra. Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia y San Francisco de Asís |
El próximo sábado, 2 de agosto, celebraremos la Santa Misa junto a la Comunidad de Hermanas Clarisas, a las 7:45 de la mañana, en el Convento de Santa Clara, con motivo de la festividad litúrgica de la Bienaventurada Virgen María, Reina de los Ángeles.
En siglos pasados este título mariano contó con un alto grado devocional en Alcalá. En las Memorias Históricas de la Villa de Alcalá de Guadaíra, obra publicada en 1833, el Rvdo. P. Dr. D. Leandro José de Flores aporta numerosos datos, como la tradición que narra la aparición, el 2 de agosto de 1248, de la Virgen María en las afueras de la Villa, rodeada de coros angélicos, a San Fernando, para prometerle su favor en la conquista.
Queriendo el monarca reflejar en una imagen la visión que había experimentado de la Madre de Dios, no le satisfizo ninguna de las que sus artífices le presentaron, hasta que un día, en un encuentro casual, dos jóvenes mancebos que encontró en el mismo sitio donde tuvo lugar la aparición, se ofrecieron a realizarla, encerrándose para ello en un habitáculo. Cuando fueron a llevarles comida para su sustento habían desaparecido, la Virgen ya estaba hecha y los materiales que se les facilitaron intactos, pues no se habían utilizado. Desde entonces empezó a correr la voz de que aquellos jóvenes eran ángeles que habían dejado allí la bendita Imagen, a la que empezaron a llamar con el título “de los Ángeles”.
Tras este suceso, se funda el convento de la Orden de San Francisco consagrado a Nuestra Señora de los Ángeles en el lugar en que ocurrió la leyenda anteriormente expuesta, lugar que con el tiempo pasó a denominarse de “los Ángeles viejos”, ya que en 1569 el convento se trasladó al lugar conocido aún hoy como “San Francisco”, a costa y petición del Cabildo Municipal de la Villa, quien se transformó en su patrono. Allí permaneció el convento hasta su demolición en los años sesenta del pasado siglo XX.
Tanta importancia tuvo la fiesta de Nuestra Señora de los Ángeles en Alcalá que, en el compás y exteriores del convento franciscano se celebraba anualmente la feria durante ocho días, desde el día 2 de agosto, fiesta litúrgica de la advocación.
En cuanto a la imagen de la Virgen, figuró en el altar mayor de dicho convento, como correspondía a su condición de titular del mismo, con seis lámparas de plata (lo que indica la importancia de su devoción, pues estas lámparas solían ser fruto de donaciones particulares); tuvo octava (lo que denota su importancia litúrgica), y muchas dotaciones y memorias (indicativo todo ello de su importancia popular). Tuvo también Hermandad aunque el Padre Flores la conoció como “de legos”, relatando varios milagros realizados por la intercesión de la Reina de los Ángeles.
El convento sufrió mucho con la llegada de los franceses, dispersándose todas sus imágenes y obras de arte (parroquia de Santiago, iglesia de Santa Clara, casas particulares, etc.) hasta que en 1823 se comenzó a rehabilitar, reabriéndose en 1825. Se colocó un bello tabernáculo en el altar mayor, para albergar, sin duda, la imagen de la Señora de los Ángeles, como titular que era del convento, el cual parece que así permaneció hasta la definitiva exclaustración y dispersión de su rico patrimonio. Del altar mayor volvemos a tener noticias porque después de la exclaustración se colocó en el presbiterio de San Sebastián, quitando el formado por cuadros que anteriormente había, cuadros que fueron recolocados por el resto del templo. En su camarín se colocó una imagen de San Sebastián, lo que indica que allí no fue la de Nuestra Señora de los Ángeles, porque tampoco aparece en las descripciones de dicha iglesia de aquel momento.
Indulgencia Plenaria de la Porciúncula
Según la Tradición, en el año 1216, San Francisco obtuvo del Papa Honorio III la Indulgencia Plenaria para todos aquellos que, debidamente dispuestos, visitasen cada 2 de agosto la Iglesia de Santa María de los Ángeles, también llamada “de la Porciúncula” porque se encontraba en una pequeña parcela (portiuncula en latín), propiedad de los monjes benedictinos del Monte Subasio, quienes cedieron esta capilla al Pobrecillo de Asís.
Actualmente, la Porciúncula se encuentra situada en el crucero de la Basílica de Santa María de los Ángeles, en Asís (Italia), que se construyó a su alrededor entre 1569 y 1679, cobijada por la gran cúpula del mismo, al modo como lo está el baldaquino de Bernini en San Pedro del Vaticano. Esta capillita tiene sus muros decorados con frescos relativos a la vida de la Santísima Virgen (la Anunciación preside el muro del altar) y de San Francisco. En ella, el Santo fundó en 1209 la Orden de los Frailes Menores, de cuyas gracias espirituales goza a perpetuidad nuestra Sección Adoradora dada la relación filial existente entre ambas Instituciones desde el año 2012. Fue también en la Porciúncula donde San Francisco impuso el hábito a Santa Clara, fundó en 1212 la Orden de las Hermanas Pobres y donde descansó en la Paz del Señor en 1226.
De acuerdo con la Constitución Apostólica Indulgentiarum Doctrina del Papa San Pablo VI, el próximo sábado, 2 de agosto, se podrá ganar en el Convento de Santa Clara la INDULGENCIA PLENARIA DE LA PORCIÚNCULA, también conocida como el “Perdón de Asís”, aplicable también por los difuntos, si se excluye todo afecto al pecado y cumpliendo las siguientes condiciones:
- Rezar el Padrenuestro y el Credo.
- Confesión sacramental (puede cumplirse ocho días antes o después del día 2 de agosto).
- Comunión eucarística.
- Rezar un Padrenuestro y un Ave María por las intenciones del Papa.
Himno a Ntra. Sra. Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia
Virgen Santa,
Señora de los Ángeles,
Dulce Madre de Consolación,
llena de Gracia y de ternura,
imploramos hoy tu bendición.
En este valle de lágrimas,
tus hijos vienen a ti
para entregarte sus almas
llenas de amor y de fe.
Ante tus plantas venimos
soñando con tu favor.
Haz que este canto sea digno
de ver tu rostro de amor.
Virgen Santa,
Señora de los Ángeles,
Dulce Madre de Consolación,
llena de Gracia y de ternura,
imploramos hoy tu bendición.
Letra y música: Rvdo. D. Juan Manuel Melgar González, S. D. B.
Se presenta a continuación una grabación del Himno a Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia interpretado por las Hermanas Clarisas: