El Convento de Santa Clara gana el primer premio del Certamen de Nacimientos de Alcalá de Guadaíra

(Publicado el miércoles, 30 de diciembre de 2015)

Enhorabuena a la Comunidad de Hermanas Clarisas de Alcalá de Guadaíra, pues el Belén instalado en la Iglesia conventual a las plantas de Nuestro Padre San Francisco de Asís, ha ganado el primer premio del Certamen de Nacimientos, en la modalidad de entidades, convocado por la Asociación de Amigos de los Reyes Magos de Alcalá de Guadaíra.

Este Belén es obra de Manolo Vázquez Reyes y José Ángel Bazo Párraga, que han contado con la colaboración de Juan, Manolo y Servando de la Asociación de Belenistas La Roldana, y de niños de la catequesis de José Ángel. A todos, la Sección de Alcalá de Guadaíra de la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento, les damos la enhorabuena. No en vano, San Francisco de Asís es el inventor de los Nacimientos, él puso el primer Belén de la historia, y seguramente su espíritu les habrá guiado en el diseño y ejecución de este magnífico Belén.
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Vigilia de adoración nocturna al Santísimo Sacramento en desagravio por la profanación del Sagrario de la Iglesia de Nalda y por los policías víctimas del terrorismo en Kabul

(Publicado el miércoles, 23 de diciembre de 2015)

La Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Adoración Nocturna Española, de la que es presidente honorario el Emmo. y Rvdmo. Sr. D. Carlos Amigo Vallejo, cardenal arzobispo emérito de Sevilla, ha celebrado en la Iglesia conventual del Monasterio de Santa Clara, la Vigilia mensual con el esquema de Adviento, en desagravio por la profanación del Sagrario de la Iglesia parroquial de Nalda (La Rioja), recordándole al Señor que ante los que le ignoran y le ofenden, la Guardia de Jesús Sacramentado, se reúne para orar y pedir a Cristo Eucaristía también por ellos, para que conozcan el rostro misericordioso de Dios; para que comprendan que como dice el cántico “El Dios Salvador”: Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor.

Asimismo, se dedicó la Vigilia a las almas de los policías, Isidro y Jorge, víctimas del terrorismo yihadista en Kabul, pidiéndole al Señor que los tenga en su Gloria y rescate de la oscuridad a sus verdugos, atrayéndolos hacia la luz del Amor.

Además, en las preces, los adoradores pidieron al Señor por la pequeña Valeria, de dos añitos, nieta de Jorge y Trini, quien lucha contra la leucemia. Concretamente, pidieron a Jesús Sacramentado que por intercesión del Venerable Siervo de Dios, D. Luis de Trelles (fundador de la Adoración Nocturna) hiciera el milagro de sanarla.

Como se indica en la oración de presentación de adoradores, estos vienen a la presencia del Señor, porque creen que está realmente presente en la Eucaristía y adoran a Jesucristo, Dios y Hombre, expresando la fe, esperanza, amor y deseo de permanecer con Jesús Sacramentado. Los adoradores desean fortalecerse con el Pan de Vida para estar siempre disponibles, en actitud de servicio, en entrega constante al Señor, a la Iglesia, a los hermanos… Y por eso, acuden a la presencia del Señor.
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Vigilia de adoración al Santísimo Sacramento

(Publicado el sábado, 19 de diciembre de 2015)


Hoy sábado, 19 de diciembre, celebraremos la Vigilia de adoración al Santísimo Sacramento.

Para organizarla, tendremos la reunión previa, a las 19:00 horas.

A las 19:30 horas, comenzaremos con la Santa Misa cantada por la Comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara. A su término, el sacerdote hará Exposición Mayor de Su Divina Majestad y se rezará la Estación a Jesús Sacramentado.

Posteriormente, se rezarán las Vísperas, la Oración de presentación de Adoradores y el Oficio de Lectura.

Tras un tiempo de silencio y reflexión personal, rezaremos el Santo Rosario.

Concluiremos la Vigilia con el rezo de las Preces Expiatorias y Completas, junto a la Comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara, y el Rito de despedida del Santísimo Sacramento.
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Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia ataviada para la Solemnidad litúrgica de su Inmaculada Concepción

(Publicado el lunes, 7 de diciembre de 2015)

El domingo 29 de noviembre, Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano fue vestida con el traje celeste para la Solemnidad litúrgica de su Inmaculada Concepción, que la Iglesia Universal celebrará el próximo 8 de diciembre, como viene haciéndose desde la promulgación de este Dogma de Fe por S.S. Pío IX en el año 1854 en la bula Ineffabilis Deus.

El traje se encuentra aun en proceso de elaboración por parte de un grupo de hermanas adoradoras bajo la dirección de nuestro Presidente D. Juan Jorge García García. Hasta ahora sólo están totalmente terminadas las mangas de punta, bordadas en técnica de aplicación tal y como se hará en el resto del terno. En el corpiño, de forma provisional, se le ha puesto un hermoso tul bordado en hilo de oro.

Cabe destacar el estreno de una toca de "sobremanto", realizada por D. Juan Jorge García García, en malla de oro, cuyo contorno se decora con un hermosísimo guipur dorado.

Otro estreno son también los patuquitos del Santísimo Niño Jesús realizados por nuestra querida hermana Sor Estela en color celeste y filigranas en hilo de oro.






Fotografías: NHA. D. Juan Escamilla Martín.
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Carta Pastoral del Excmo. y Rvdmo. Sr. Arzobispo


COMENZAMOS EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA

Queridos hermanos y hermanas:

El próximo día 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, el papa Francisco inaugurará oficialmente en Roma el Jubileo de la Misericordia convocado el pasado 11 de abril bajo el lema “Misericordiosos como el Padre” (Lc 6,36). Dicho lema contiene una propuesta muy concreta: Vivir la misericordia siguiendo el ejemplo del Padre, que pide no juzgar y no condenar, sino perdonar y amar sin medida.

En la bula de convocatoria, “Misericordiae vultus”, el papa Francisco nos dice que la misericordia es uno de los contenidos centrales de la fe cristiana. Nos recuerda además la enseñanza de san Juan XXIII, que hablaba de la “medicina de la misericordia”, y del beato Pablo VI que llamó a la Iglesia “samaritana de la humanidad”. Con estos precedentes, el papa Francisco sitúa el tema de la misericordia bajo la luz del rostro de Cristo, que rezuma piedad, misericordia y amor.

Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre, «rico en misericordia» (Ef. 2,4), quien después de haber revelado su nombre a Moisés como el «Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y rico en amor y fidelidad» (Ex 34,6), en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo nacido de la Virgen para revelarnos de manera definitiva su amor. Jesús con su palabra, con sus gestos y sus signos revela la misericordia de Dios. Su persona no es otra cosa sino amor. Un amor que se dona y ofrece gratuitamente.

Los milagros que realiza tienen el sello de la misericordia hacia los pecadores, los pobres, los excluidos y los enfermos. En Él todo es misericordia. Nada en Él está falto de compasión. Su misericordia y su compasión tienen su culmen en el Calvario, en el que se inmola libremente por toda la humanidad.

En la bula Misericordiae vultus nos dice el Papa que “la misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia”. Nos dice también que la Iglesia debe ser la casa de la misericordia, del servicio gratuito, de la ayuda, del perdón y del amor. Nunca debe cansarse de ofrecer misericordia, estando siempre dispuesta a confortar y perdonar. Todo en la pastoral de la Iglesia debe estar revestido por la ternura con que trata a sus hijos. Nada en su anuncio de Jesucristo y en su testimonio ante el mundo debe carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través del amor misericordioso y compasivo. La vida de la Iglesia es auténtica y creíble cuando hace de la misericordia su razón
de ser. Nuestras parroquias, asociaciones, movimientos y hermandades deben ser oasis de misericordia.

Los hijos de la Iglesia debemos caminar por la vía de la misericordia, de la entrega y el servicio humilde, haciéndonos siervos y servidores de los hermanos, saliendo a las periferias existenciales, a las situaciones de precariedad y sufrimiento, de las que son víctimas aquellos hombres y mujeres que no tienen voz porque ha sido acallada por el egoísmo de sus semejantes. En el ya cercano Jubileo, todos nosotros estamos llamados a curar estas heridas, a aliviarlas con el óleo del consuelo, a vendarlas con la misericordia y a curarlas con la solidaridad fraterna.
Practiquemos en este tiempo de gracia las obras de misericordia corporales, que son dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, dar posada al peregrino, vestir al desnudo, visitar al enfermo, socorrer a los presos y enterrar a los muertos. Las obras de misericordia espirituales, tan importantes como las corporales, son: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que yerra, perdonar las injurias, consolar al triste, sufrir con paciencia los defectos de nuestros prójimos y rogar a Dios por vivos y muertos. Tenemos aquí todo un programa para este Jubileo: estar cerca y socorrer a los pobres y necesitados, bien individualmente, bien comunitariamente desde nuestras Cáritas en este año de la Misericordia.

En este año estamos llamados además a redescubrir la hermosura del sacramento de la misericordia, el sacramento de la penitencia, del perdón y de la reconciliación con Dios y con los hermanos, que en los últimos decenios se ha debilitado un tanto, de modo que ocupe el lugar que le corresponde en nuestra vida personal y comunitaria, como manantial de vida interior, de fidelidad y de santidad, como sacramento de la paz, de la alegría y del reencuentro con Dios.

Que el Señor nos ayude a todos a aprovechar esta gracia actual que el Santo Padre nos ha regalado y que nosotros abriremos en nuestra Catedral el 13 de diciembre, tercer domingo de Adviento. Que sea para todos un auténtico acontecimiento de gracia, que nos mueva a ser “Misericordiosos como el Padre”, a convertirnos, a aprovechar este tiempo de renovación espiritual. Dediquemos tiempo a la escucha orante de la Palabra, para contemplar la misericordia de Dios y asumirla como estilo de vida.
Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.


+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
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