Vigilia dedicada a los fundadores de la Adoración Nocturna Española en Alcalá de Guadaíra
(Publicado el domingo, 19 de noviembre de 2017)
Hoy, Reunión formativa de la Misión Popular
(Publicado el sábado, 18 de noviembre de 2017)
Es preciso llevar consigo el libro "Misiones Populares: Formarnos para la Misión II", editado por la Vicaría Episcopal para la Nueva Evangelización de la Archidiócesis de Sevilla.
Este mes trataremos el tema "Venid detrás de mí".
Hoy, Vigilia mensual de Adoración al Santísimo Sacramento
MONASTERIO DE SANTA CLARA
celebrará
VIGILIA MENSUAL DE ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
con el siguiente orden:
VÍSPERAS, ORACIÓN DE PRESENTACIÓN DE ADORADORES,
INVITATORIO Y OFICIO DE LECTURA
(Se seguirá la liturgia correspondiente a la CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS, que se repartirá en separata.)
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SANTO ROSARIO
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PRECES EXPIATORIAS
(A partir de la página 449 del Manual de la Adoración Nocturna Española. A quienes no dispongan del libro, se les repartirán en separata.)
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COMPLETAS
(En separata).
A las 22:30 horas,
RESERVA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
‘Noviembre, mes de los difuntos’, carta pastoral del Arzobispo de Sevilla
(Publicado el viernes, 17 de noviembre de 2017)
Queridos hermanos y hermanas:
Iniciábamos el mes de noviembre con la solemnidad de Todos los Santos y la Conmemoración de los Fieles Difuntos, y no quiero que vaya adelante este mes, que en la piedad popular está dedicado a los difuntos, sin dedicar una de mis cartas semanales a quienes “nos han precedido en el signo de la fe y duermen ya el sueño de la paz”. El Catecismo de la Iglesia Católica nos dice que “la Iglesia peregrina… desde los primeros tiempos del cristianismo, honró con gran piedad el recuerdo de los difuntos y también ofreció sufragios por ellos, pues, `es una idea piadosa y santa orar por los difuntos para que sean liberados del pecado’ (2 Mac, 12,46)”.
La visita al cementerio y la oración por nuestros familiares, amigos y bienhechores difuntos, especialmente en el mes de noviembre, es en primer lugar una profesión de fe en la resurrección de la carne, en la vida eterna y en la pervivencia del hombre después de la muerte, uno de los artículos capitales del Credo Apostólico. Gracias a la resurrección del Señor, los cristianos sabemos que somos ciudadanos del Cielo, que la muerte no es el final, sino el comienzo de una vida más plena, feliz y dichosa, que Dios nuestro Señor tiene reservada a quienes viven con fidelidad su vocación cristiana y mueren en gracia de Dios y en amistad con Él.
Los sufragios por los difuntos, entre los que hay que contar también la mortificación y la limosna, son además una confesión explícita de nuestra fe en el dogma de la Comunión de los Santos y de nuestra convicción cierta de que los miembros de la Iglesia peregrina, junto con los Santos del Cielo y los hermanos que se purifican de sus pecados en el purgatorio, constituimos un pueblo y un cuerpo, el Cuerpo Místico de Jesucristo. Somos una familia, en la que todos nos pertenecemos, que participa de un patrimonio común, el tesoro de la Iglesia, del que forman parte los méritos infinitos de Jesucristo, todos los actos de su vida, muy especialmente su pasión, muerte y resurrección, y la oración constante de quien “vive siempre para interceder por nosotros” (Hebr 7,25). A este patrimonio precioso pertenecen también los méritos e intercesión de la Santísima Virgen y de todos los Santos, la plegaria de las almas del purgatorio y nuestras propias oraciones, sacrificios y obras buenas, que hacen crecer el caudal de caridad y de gracia del Cuerpo Místico de Jesucristo.
Los miembros de la Iglesia no somos islas. Todos, vivos y difuntos, estamos misteriosamente intercomunicados por lazos tan invisibles como reales. Todos nos necesitamos y podemos ayudarnos. “Como la Iglesia –nos dice Santo Tomás de Aquino- está gobernada por un solo y mismo Espíritu, todos los bienes que ella ha recibido forman necesariamente un fondo común”. De él todos podemos participar. Por ello, acudimos cada día al Señor y nos encomendamos a la Santísima Virgen, a los Santos y a nuestro ángel custodio. Del mismo modo, podemos y debemos encomendar la fidelidad y perseverancia en nuestros compromisos a la intercesión de las almas del purgatorio, a las que también nosotros podemos ayudar a aligerar su carga y a acortar la espera del abrazo definitivo con Dios, con nuestras oraciones, sacrificios y sufragios, singularmente con el ofrecimiento de la santa Misa. Como es natural, hemos de encomendar en primer lugar a nuestros seres queridos, familiares, amigos y conocidos, pero también a todas las almas del purgatorio, sobre todo, a aquellas que no tienen quienes recen por ellas o están más necesitadas.
En el último día de nuestra vida, en la presencia del Señor, conoceremos en qué medida las oraciones y sacrificios de otras personas por nosotros nos mantuvieron en pie y afianzaron nuestra vida cristiana. Entonces comprobaremos el valor salvífico de nuestra plegaria y de nuestras buenas obras para otros hermanos, cercanos o lejanos, conocidos o desconocidos. Entonces sabremos también cómo nuestra tibieza y nuestros pecados debilitaron el tesoro de gracia del Cuerpo Místico de Cristo, haciéndonos reos de los pecados ajenos, lo cual ya desde ahora debe estimularnos a afinar en nuestra fidelidad al Señor y en el cumplimiento de nuestros deberes.
Al mismo tiempo que os invito a encomendar, especialmente en este mes, a las benditas ánimas del purgatorio a la piedad y misericordia de Dios, os recuerdo con el papa Pío XII, en su encíclica Mystici Corporis, el misterio, que él llama “verdaderamente tremendo y que nunca meditaremos bastante”, que la salvación de un alma dependa de las voluntarias oraciones y mortificaciones de otros miembros del Cuerpo Místico de Jesucristo. Este misterio sorprendente debe ser para todos una interpelación constante y una llamada apremiante a la santidad y a vivir con responsabilidad nuestra vida cristiana, pues muchos bienes en la vida de la Iglesia están condicionados a nuestra fidelidad.
Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
Reunión formativa de la Misión Popular
Es preciso llevar consigo el libro "Misiones Populares: Formarnos para la Misión II", editado por la Vicaría Episcopal para la Nueva Evangelización de la Archidiócesis de Sevilla.
Este mes trataremos el tema "Venid detrás de mí".
Vigilia mensual de Adoración al Santísimo Sacramento
MONASTERIO DE SANTA CLARA
celebrará
VIGILIA MENSUAL DE ADORACIÓN AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
con el siguiente orden:
VÍSPERAS, ORACIÓN DE PRESENTACIÓN DE ADORADORES,
INVITATORIO Y OFICIO DE LECTURA
(Se seguirá la liturgia correspondiente a la CONMEMORACIÓN DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS, que se repartirá en separata.)
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SANTO ROSARIO
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PRECES EXPIATORIAS
(A partir de la página 449 del Manual de la Adoración Nocturna Española. A quienes no dispongan del libro, se les repartirán en separata.)
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COMPLETAS
(En separata).
A las 22:30 horas,
RESERVA DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
La Estrella de la Ilusión y los Reyes Magos, nombrados adoradores de honor de Jesús Sacramentado
(Publicado el viernes, 10 de noviembre de 2017)
Redacción y fotografía: N. H. A. D. Francisco Burgos Becerra.
‘La Iglesia diocesana, puente o escalera para el encuentro con el Señor’, carta pastoral del Arzobispo de Sevilla
Queridos hermanos y hermanas:
Celebramos en este domingo el Día de la Iglesia Diocesana. Ocurre a veces que cuando tratamos de explicar el servicio que presta la Iglesia a la sociedad, mucho de nosotros, y también los medios de comunicación, nos quedamos en los aspectos externos, especialmente en la ayuda de las instituciones eclesiales a los pobres, los marginados y los que sufren. Y qué duda cabe de que la diaconía de la caridad es uno de los tres flancos decisivos en la vida de la Iglesia, junto con el anuncio y la celebración de la fe. Si la Iglesia olvidara el servicio a los pobres no sería la Iglesia de Jesús.
Pero la Iglesia es mucho más. Es el sacramento de Jesucristo, la prolongación de Cristo en el tiempo y el ámbito natural de nuestro encuentro con Dios. La Iglesia es Cristo mismo que sigue predicando y enseñando, acogiendo a todos, perdonando los pecados, sanando y santificando. Es, como escribiera san Ireneo de Lyon en los finales del siglo II, la escalera de nuestra ascensión hacia Dios. Es el puente que salva la lejanía y la distancia entre el Cristo celestial, único mediador y salvador, y la humanidad peregrina. Siguiendo a san Cipriano de Cartago, es la madre que nos ha engendrado y que nos permite tener a Dios por Padre.
Al sentirla como madre, la sentimos también como nuestra familia, como el hogar cálido que nos acoge y acompaña, la mesa familiar en la que restauramos las fuerzas desgastadas y el manantial de agua purísima que nos purifica y nos renueva. Ella custodia la memoria viva de Jesucristo, nos sirve la Palabra de Dios y nos brinda los dones de la salvación, la vida divina, el pan de la Eucaristía y la mediación sacramental de los sacerdotes, a través de los cuales nos llega la gracia santificante. Ella propicia nuestra formación cristiana, nos enseña a orar, nos permite vivir y celebrar nuestra fe y nos impulsa al testimonio y al apostolado.
Lo que la Iglesia es para toda la humanidad, eso mismo es proporcionalmente la Iglesia diocesana. Por ello, invito a nuestros fieles a vivir nuestra pertenencia a la Archidiócesis con alegría y con inmensa gratitud al Señor. Gracias a ella podemos vivir nuestra vida cristiana alentados, acompañados y arropados por una auténtica comunidad de hermanos. Pero hemos de vivir también nuestra pertenencia a la Iglesia con responsabilidad, de manera que lo que la Iglesia es para nosotros, lo sea también a través nuestro, es decir: puente, escalera, hogar fraterno, familia, mesa y manantial y, sobre todo, anuncio ilusionado y entusiasta de Jesucristo a nuestros hermanos con obras y palabras.
Con ocasión de esta jornada, la Archidiócesis de Sevilla quiere renovar su compromiso de servicio a los fieles y a la sociedad sevillana. Para ello, cuenta con los obispos, la catedral y 261 parroquias servidas por cerca de 600 sacerdotes y 57 diáconos. Cuenta también con 37 conventos de monjas contemplativas, con cerca de 400 religiosos y más de 1500 religiosas de vida activa que colaboran en el apostolado, la evangelización y el servicio a los pobres. Tiene, además, cerca de 5000 catequistas, más de 1500 profesores de Religión, numerosos grupos apostólicos, movimientos, hermandades y cofradías, además de los Seminarios diocesanos, la Curia, las Vicarías y Delegaciones, Cáritas y otras muchas obras sociales, docentes y caritativas.
Todas estas instituciones y personas constituyen la estructura necesaria para llevar a cabo la misión salvadora de la Iglesia. Mantener esta estructura exige medios económicos cuantiosos. Lo saben bien los fieles que forman parte del Consejo de Economía de la Archidiócesis o de los consejos parroquiales de asuntos económicos. Por ello, otra de las finalidades de esta jornada es solicitar la ayuda económica generosa de los fieles.
Una forma de ayudar a la Iglesia es a través de la declaración de la renta, cada año, asignando el 0,7 % de nuestros impuestos a favor de la Iglesia. Otras formas son las donaciones directas, en forma de cuotas, suscripciones, donativos, legados o testamentos, y siendo generosos en la colecta de este domingo, que tiene como destino la Archidiócesis.
Pido a los sacerdotes y religiosos con cura de almas que en esta jornada procuren explicar con sencillez a los fieles la naturaleza de la Iglesia particular, la misión del obispo y de los sacerdotes, la importantísima misión que cumplen los Seminarios, y el servicio salvífico y sobrenatural que la Diócesis presta a los fieles. Les ruego además que hagan con esmero la colecta.
Que la Santísima Virgen de los Reyes, patrona de la Archidiócesis, nos ayude a fortalecer nuestra conciencia de familia, a amar con gratitud filial a nuestra Iglesia diocesana, a crecer en colaboración con ella y a valorar y sentir como algo muy nuestro todo lo diocesano.
Con mi gratitud anticipada, para todos mi abrazo fraterno, con mi oración y bendición.
+ Juan José Asenjo Pelegrina
Arzobispo de Sevilla
Crónica de la Solemne Función en honor de N.ª S.ª Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano
(Publicado el martes, 7 de noviembre de 2017)
Todos los cantos fueron realizados por la Comunidad de Hermanas Clarisas, adoradoras de la Sección Alcalareña, quienes culminaron la Función con el Himno a Nuestra Señora de los Ángeles, al final de la misma, pasando seguidamente los presentes a besar la delicada mano de la Señora.
N.ª S.ª Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano retorna a su altar
(Publicado el jueves, 2 de noviembre de 2017)
Besamanos de N.ª S.ª Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano
(Publicado el miércoles, 1 de noviembre de 2017)
Hoy, segundo y último día del Besamanos en honor de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano
PLEGARIA A NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES
Hoy quiero cantarte, Señora de los Ángeles,
Los Reyes Magos y la Estrella de la Ilusión 2017 serán nombrados "Adoradores Honoríficos" de la Sección de Adoración Nocturna de Alcalá de Guadaíra
A las 20:45 horas tendrá lugar la Santa Misa, que será oficiada por el Rvdo. Sr. D. Rafael Calderón García, Arcipreste de la localidad y párroco de San Sebastián. Al Ofertorio, el Sr. Presidente de la Sección hará entrega de un diploma con el título de "Adoradora Honorífica" a la Srta. Dª Mª del Águila Alarcón Cerquera, Estrella de la Ilusión; y con el título de "Adorador Honorífico" a D. Juan Pablo Trigo Rueda, Rey Melchor; D. Juan Troncoso Mediano, Rey Gaspar; y D. José Corzo Frieyro, Rey Baltasar, por haberles correspondido el pasado 5 de enero el honor de rememorar la Adoración que hicieron los personajes, por ellos representados, al Niño Dios. Finalizada la Misa, firmarán en el Libro de Honor de la Sección.