Solemne Vigilia Diocesana de las Espigas en Pilas

(Publicado el martes, 24 de septiembre de 2019)

En la noche del sábado 28 al domingo 29 de septiembre nuestra Sección asistirá a la SOLEMNE VIGILIA DIOCESANA DE LAS ESPIGAS que se celebrará en Pilas, organizada por las Secciones de Adoración Nocturna Española (ANE) y Adoración Nocturna Femenina Española (ANFE) de dicha localidad así como por los Consejos Diocesanos de Adoración Nocturna Española y Adoración Nocturna Femenina Española.

SÁBADO 28 DE SEPTIEMBRE

  • A las 20:30 horas: Recepción de Adoradores en la Ermita de Ntra. Sra. de Belén, sita en Plaza de Belén, s/n.

  • 21:30 horas: Procesión de Banderas desde la Ermita de Ntra. Sra. de Belén, Patrona Apud Deum de Pilas, hasta la Parroquia de Santa María la Mayor.

  • A las 22:00 horas: Rezo de Vísperas y Misa Pontifical, oficiada por el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla, y concelebrada por los sacerdotes asistentes. La parte musical estará a cargo del coro de la Hermandad de Ntra. Sra. del Rocío de Pilas. A su término, el Prelado hará Exposición Mayor de S. D. M. y se rezarán la Oración de Presentación de Adoradores, el Santo Rosario y el Invitatorio.

DOMINGO 29 DE SEPTIEMBRE

  • Desde las 00:00 hasta las 05:00 horas: Turnos de Vela ante el Santísimo Sacramento, de una hora de duración cada uno, en los que se rezará el Oficio de Lectura.

  • 05:00 horas: Todos los Adoradores se reúnen en la Parroquia de Santa María la Mayor para el rezo de Laudes.

  • 05:30 horas: Procesión con el Santísimo Sacramento y Bendición de los Campos con S. D. M. Tras la Bendición, la comitiva regresará a la Parroquia de Santa María la Mayor donde se reservará el Santísimo, concluyendo con el canto de la Salve.

Los hermanos adoradores y fieles alcalareños en general que deseen asistir, deben comunicárselo al Consejo de Gobierno de la Sección de Alcalá de Guadaíra.

Los hermanos adoradores deberán portar la Insignia y la Medalla de la Sección.
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In memoriam Sor Inmaculada Durán Falcón (OSC)

(Publicado el miércoles, 18 de septiembre de 2019)

El martes 17 de septiembre, un día antes de cumplir los ochenta y cinco años de edad, tuvo lugar en el Monasterio de Santa Clara de Alcalá de Guadaíra, el funeral por Sor Inmaculada Durán Falcón, Hermana Clarisa que había permanecido en el mismo desde su llegada en 1972, procedente del de Santa Inés, de Sevilla, al que había llegado por el cierre definitivo del de Palma del Río, en el que había hecho su Toma de Hábito, su Noviciado, su Profesión Simple y su Profesión Solemne. 

Natural de la vecina localidad de Utrera, poseía un gracejo y un sentido del humor constante y una sonrisa permanente, con las que alegraba día a día la vida de la Comunidad. Incluso en los últimos años, en que fue probada por la enfermedad, teniendo que ser atendida por sus hermanas de religión, nunca perdió la sonrisa y el sentido del humor en todas las situaciones que le planteaba la vida, siendo por ello, muy querida por todos los que tuvimos la suerte de conocerla y tratarla. 

Prueba de este cariño fue la solemne Misa Corpore Insepulto, a la que acudieron once sacerdotes. Estuvo presidida por el Rvdo. P. Fray Florencio Fernández (OFM), acompañado de muchos de los párrocos de la localidad, a saber: Rvdo. D. Rafael Calderón, Cura Párroco de San Sebastián y Arcipreste de Alcalá; Rvdo. D. Manuel María Roldán, Cura Párroco de Santiago el Mayor, a cuya collación pertenece el cenobio; Rvdo. D. Antonio José Guerra, Cura Párroco de San Agustín; Rvdo. D. Javier Criado, Cura Párroco de la Inmaculada Concepción; Rvdo. P. D. Juan Manuel Melgar (SDB), director de la Casa Salesiana de Alcalá y Capellán del Monasterio; y otros sacerdotes, franciscanos y salesianos, hasta completar el número citado. Igualmente, estuvieron presentes un altísimo número de Hermanas Clarisas, venidas de diversos Monasterios, para acompañar a la Comunidad alcalareña en este trance; una nutrida representación de las Hijas de la Caridad de las dos casas que poseen en la ciudad, Rosalía Rendú y La Milagrosa, con la superiora de esta última a la cabeza, Sor Rosario; de las Siervas del Hogar de la Madre; de las Misioneras de Acción Parroquial; representación municipal y de varias Hermandades y Cofradías, entre ellas la de la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento radicada en la iglesia del Monasterio, del Stmo. Cristo del Perdón y de la Santísima Virgen del Águila Coronada; también del Stmo. Cristo de la Cárcel de Mairena del Alcor, todas ellas muy vinculadas con la Comunidad de Clarisas, así como muchos fieles que llenaban completamente el templo, manifestando de esta forma su cariño y amistad hacia la fallecida y hacia las Hermanas. 

Coincidía este día 17 con la Fiesta de la Impresión de las Llagas de Nuestro Padre San Francisco, de gran importancia en la Familia Franciscana. Asimismo, se daba la coincidencia de que la finada tomó el hábito el 17 de septiembre de 1958. Por ello, gran parte de la liturgia fue de esa fiesta franciscana. 

El padre Florencio, en su homilía, destacó el cumplimiento de las bienaventuranzas que se habían leído en el Evangelio, en la figura de Sor Inmaculada, muy especialmente la de “…bienaventurados los mansos y humildes de corazón, porque ellos verán a Dios…”, recalcando igualmente la alegría que siempre caracterizó a esta hermana, menuda de cuerpo pero grande de corazón. 

Terminado el Santo Sacrificio de la Misa, los sacerdotes pasaron al coro, para realizar las oraciones finales de recomendación del alma ante el féretro, asperjándolo con el agua bendita e incensándolo como símbolo de que el cuerpo es templo del Espíritu Santo. Tras ello, una larga comitiva compuesta por la Cruz alzada y ciriales, sacerdotes y todas las hermanas presentes acompañaron por el Claustro grande el féretro hasta la cripta donde iba a ser inhumado entre los sentidos cánticos de los presentes. Tras las oraciones finales del presidente, se procedió a bajarlo a dicha cripta, cantándose en ese momento el bello himno a Nuestra Señora de los Ángeles entre la emoción contenida de todos los asistentes. 

Se cierra así la vida terrenal de una monja sencilla, alegre, servicial, que parecía predestinada por el Señor para realizar la mayor parte de su vida religiosa en Alcalá de Guadaíra, porque tanto su Profesión Simple (1959) como su Profesión Solemne (1962) fueron realizadas el día 21 de septiembre, un día muy significativo en Alcalá, por ser el día de su patrón San Mateo. Una hermana que nunca olvidó sus raíces, y su honda devoción a la Santísima Virgen de Consolación, patrona de su Utrera natal, y que durante toda su vida supo, como las vírgenes prudentes del Evangelio, mantener encendida la llama de su lámpara, mientras esperaba la llegada del Esposo, su Señor Jesús. El mismo que ahora, tras muchos años a su servicio, fiel a la regla "Ora et labora", la ha llamado a su presencia, y que, al ver su perseverancia, esa llama encendida, le habrá dicho: “pasa al banquete de tu Señor”. Por ello, estamos seguros de que en Sor Inmaculada tenemos una nueva intercesora en el cielo, que estará permanentemente rogando por todos nosotros. 

Una Dama Pobre de Santa Clara, que supo seguir los dictados de Nuestro Padre San Francisco, tan amante de los animales que los llamaba “hermanos”, cuidando con amoroso cariño de su loro “Paquito”, su acompañante en estos últimos años de enfermedad, como si de un “hermano” se tratara. 

Descanse en paz, Sor Inmaculada, la Hermana de la eterna sonrisa. 


NOTA: 

En la foto aparece contemplando a la Santísima Virgen Reina de los Ángeles, CONSOLACIÓN y Gracia del Género Humano, el día de su bendición canónica por Monseñor D. Santiago Gómez Sierra (Obispo Auxiliar de Sevilla), 7 de mayo de 2014, imagen que está en el Presbiterio de la iglesia (lado del Evangelio) como cotitular de la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía Sacramental de Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento, de la que Sor Inmaculada, como todas las demás Hermanas Clarisas de Alcalá forman parte.



Redacción y fotografía: N. H. A. D. Juan Jorge García García.
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Funeral de Sor Inmaculada, OSC

(Publicado el lunes, 16 de septiembre de 2019)

En la madrugada de hoy ha fallecido Sor Inmaculada, OSC. Era natural de Utrera y alcalareña de adopción, pues, perteneció a la Comunidad de Hermanas Clarisas de Alcalá durante muchísimos años, alegrando el Monasterio con su sonrisa y simpatía.

Mañana martes, a las 11:30 horas, se celebrará la Misa Funeral que será oficiada por el Rvdo. Sr. Fray Florencio Fernández Delgado, OFM. Nuestra Sección Adoradora hará entrega a las Hermanas Clarisas de un ramo de flores.

Recemos por el alma de Sor Inmaculada, para que goce de la felicidad eterna del Reino de Dios.

Descanse en paz.

Amén.
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A la venta los décimos del Sorteo Extraordinario de Navidad de la Lotería Nacional

(Publicado el domingo, 15 de septiembre de 2019)

Como siempre, cada décimo se venderá a 23 €, de los cuales 3 € serán en concepto de colaboración con nuestr
a Sección Adoradora Nocturna.

Con este donativo podemos llevar a cabo muchos de los actos que organizamos durante el año, entre otros fines, porque, con cada pequeña aportación, logramos hacer mucho.

Y además, siempre está la ilusionante posibilidad de que nos sonría la suerte y el número salga premiado, como ha sucedido en alguna ocasión.
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Boletín informativo de septiembre de 2019

(Publicado el viernes, 13 de septiembre de 2019)

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Función en honor del Santísimo Cristo de la Vera Cruz y Vigilia de Adoración al Santísimo Sacramento

(Publicado el jueves, 12 de septiembre de 2019)

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Nuevo horario de misas en el Monasterio de Santa Clara

(Publicado el martes, 10 de septiembre de 2019)

Desde el miércoles 4 de septiembre, el horario de misa en el Monasterio de Santa Clara será el siguiente:

  • De lunes a viernes: 07:45 horas.
  • Sábado: 19:30 horas.
  • Domingo: 09:30 horas.
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¡Comenzamos el curso pastoral con la compañía de María’, carta pastoral del Arzobispo de Sevilla

(Publicado el viernes, 6 de septiembre de 2019)

Queridos hermanos y hermanas:

Comienzo mi segunda carta semanal después de las vacaciones, saludándoos cordial y fraternalmente a los sacerdotes, consagrados, seminaristas y laicos de la Diócesis. Dios quiera que todos hayáis tenido unos días de descanso feliz y reparador. Iniciamos un nuevo curso pastoral, que a todos os deseo fecundo en frutos de santidad y apostolado. Comenzamos el curso pastoral 2019-2020 con una fiesta mariana, la natividad de la Santísima Virgen, que coincide con las fiestas mayores de tantas ciudades y villas de nuestra Archidiócesis, en las que la Madre de Dios es honrada con los más diversos y hermosos títulos. No podíamos comenzar mejor nuestras actividades pastorales que de la mano y bajo la protección de la Virgen.

La fiesta de la natividad de María se celebraba en Oriente ya en el siglo V, aunque en Occidente no se celebró hasta el siglo VII. Según la opinión más probable, la Virgen nació en Jerusalén, muy cerca del templo de Salomón, junto a la piscina probática en la que tiene lugar la curación de paralitico, en el lugar donde hoy se encuentra la basílica de Santa Ana. En las lecturas de esta fiesta, el profeta Miqueas intuye la salvación del pueblo de Israel ligada a la pequeña aldea de Belén y a una madre que da a luz un hijo. Dicha salvación la cifra el profeta en la vuelta del pueblo del destierro, para unirse a los que habían quedado en la patria y formar un sólo pueblo, que será conducido con la fuerza de Dios y gozará de paz y estabilidad. Cuando Miqueas anuncia que la salvación se extenderá “hasta los confines de la tierra”, se está refiriendo a los tiempos nuevos, que serán inaugurados con la venida del Mesías.

De este tiempo, le etapa decisiva de la historia de nuestra salvación, nos habla el Evangelio de la fiesta del ocho de septiembre. En él se anuncia el nacimiento de Jesucristo, el Salvador, el “Enmanuel”, el Dios con nosotros, el Mesías que anuncia un Reino universal, el Reino de la libertad y la gracia, de la justicia, del amor y la paz, al que también nosotros estamos convocados en estos tiempos nuevos que el Señor nos ha permitido contemplar.

En la fiesta de su natividad, que celebra la Iglesia el ocho de setiembre, la Santísima Virgen se nos muestra como la estrella que anuncia el nuevo día, como la aurora que precede al sol que no conoce ocaso, como la madre del Salvador. Su nacimiento dibuja ya en lontananza los nuevos tiempos que los profetas anunciaron y hace posible la encarnación y nacimiento del Hijo de Dios, su manifestación al mundo, su vida pública, la predicación de su mensaje de salvación, el misterio pascual que nos redime y la efusión de su Espíritu. El nacimiento de la Santísima Virgen hace posible el tiempo de la Iglesia, de la que nos sabemos miembros y de la que ella es el miembro más excelso, por ser la primera redimida.

La celebración del cumpleaños de la madre es un acontecimiento gozoso que reúne a los hijos en torno a ella para felicitarla, honrarla y estrechar y fortalecer los vínculos de fraternidad. La fecha del nacimiento de nuestra madre es un día de alegría para sus hijos. En esa fecha reconocemos nuestro origen, la explicación de nuestra existencia, el punto de partida de nuestra historia personal. En la natividad de María está el origen de nuestra vocación cristiana, de nuestra elección y filiación adoptiva.

Felicitemos a la Santísima Virgen. Vivamos con gozo la fiesta de su cumpleaños y demos gracias al Señor que nos ha dado a su propia madre como madre nuestra. Que en este día estrechemos nuestros vínculos de fraternidad y renovemos el compromiso de amor y de servicio a nuestros hermanos, que nace de nuestra común condición de hijos de Dios e hijos de la Virgen. Que en esta fiesta profundicemos en la genuina devoción mariana, que si es auténtica nos debe llevar a Cristo, su Hijo, y a caminar por las sendas de la santidad y del apostolado.

En el nacimiento de la Virgen, junto a la piscina de Bethesda, muy cerca del templo de Jerusalén, se inicia una historia admirable de humildad, de fe, de esperanza y de amor, un camino intenso de fidelidad, de obediencia a Dios que modifica todos sus proyectos, y de alegre ejecución de sus planes misteriosos. Imitémosla en sus actitudes y virtudes y acudamos a ella, que asunta en cuerpo y alma a los cielos, transfigurada por la gloria del Padre, vela e intercede por nosotros. Que ni un solo día dejemos de honrarla y de acudir a ella. Pongamos en sus manos el curso pastoral que estamos iniciando para que sea verdaderamente un año de gracia, de santidad y de fecundidad apostólica.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición. Feliz domingo, feliz día del Señor.

+ Juan José Asenjo Pelegrina

Arzobispo de Sevilla

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