La Virgen del Águila llevó amor y esperanza a sus hijas clarisas

(Publicado el sábado, 19 de agosto de 2017)

El pasado 15 de agosto, festividad de la Asunción de María a los Cielos, como es tradición inmemorial, la Santísima Virgen del Águila Coronada, Patrona y Alcaldesa Perpetua de Alcalá de Guadaíra, recorrió en procesión multitudinaria las principales calles de la localidad. Por quinto año consecutivo, como Abadesa de Honor del Convento de Santa Clara, visitó a sus Hijas Clarisas.

La Virgen del Águila llegó a las puertas de la Capilla del Convento de Santa Clara, perfumando de Amor y Esperanza las calles alcalareñas, con la marcha “Coronación de la Macarena” de Pedro Braña Martínez, magistralmente interpretada por la Banda de Nuestra Señora del Águila. En la puerta de la Iglesia conventual le esperaba la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía Sacramental de Adoración Nocturna Española, que reside en el convento, constituida en representación por el Consejo directivo con la Bandera de la Sección, para ofrendarle un ramo de flores que entregaron al Hermano Mayor de la Hermandad, D. Juan Manuel Ruiz Portillo.

El paso de la Santísima Virgen, era portado por la cuadrilla de costaleros de Nuestra Señora de la Soledad de la Hermandad del Santo Entierro, comandada por D. Rafael Bonillo y su equipo. El paso, acompañado por una multitud de alcalareños, fue vuelto por completo, a la voz del capataz, hacia la puerta principal de la Iglesia, en cuyo interior se encontraba la Comunidad de Hermanas Clarisas, acompañadas por los reverendos señores sacerdotes D. Manuel María Roldán Roses, rector del Santuario del Águila y párroco de Santiago el Mayor, a cuya collación pertenece el Convento, y D. Rafael Calderón García, Arcipreste de la ciudad.

Las Hermanas Pobres de Santa Clara, interpretaron “Salve, oh Madre del Águila”, obra compuesta en 1991. La letra es de Sor Auxiliadora Estupiñán Falcón, clarisa del convento alcalareño, ya fallecida. La música la compuso M. I. Sr. D. Domingo Cols y Puig, canónigo-organista de la Catedral de Barcelona, gran músico, reputado autor de música del oficio divino, ya fallecido, quien vino al convento de Alcalá de Guadaíra expresamente para componer esta preciosa pieza musical.

Las voces angelicales de las monjas, el zurear de las palomas, el embriagador aroma de nardos y jazmines, los bellos sones de la Banda de Nuestra Señora del Águila, el bello contraste blanquiazul y la serena y dulce sonrisa de la Virgen del Águila, emociona cada año a los presentes.

La despedida no podía ser más emocionante para las Clarisas, pues a ellas se dedicó la “levantá” del Paso, con las siguientes palabras pronunciadas por el capataz, D. Rafael Bonillo: “La Virgen ha venido a ver a unas santas mujeres. El Maestro decía que eran ángeles del cielo que mandaba el Señor para rezar por nosotros y cuidarnos.

Ellas que todo lo dan por los pobres, que no piden nada a cambio. Va por ellas y por todas las mujeres del mundo. Por aquellas mujeres que lo pasan mal, dedicadas al Señor en cuerpo y alma. Va por las hermanas”.

Y tras las palabras “Al cielo con la Madre de Dios”, la Imagen de la Virgen se despedía del mejor modo que imaginarse pudiera: a los sones de “Esperanza Macarena” del recientemente fallecido D. Pedro Morales Muñoz, autor de “La Soledad”, su mejor obra. Y lo hacía con el andar majestuoso de la cuadrilla de Nuestra Señora de la Soledad. Y llovió, pero no agua, sino pétalos de flores que caían suavemente sobre la Virgen mientras ésta seguía perfumando Alcalá de Esperanza.




Redacción y fotografías: N. H. A. D. Francisco Burgos Becerra.
Continuar leyendo >>

La Adoración Nocturna de Alcalá de Guadaíra condena el atentado en la ciudad de Barcelona

(Publicado el jueves, 17 de agosto de 2017)


El Presidente, el Consejo de Gobierno y todos los hermanos de la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía Sacramental de Adoración Nocturna Española, se suman al dolor por las víctimas del terrible y deplorable atentado terrorista ocurrido en la tarde de hoy, 17 de agosto, en la ciudad de Barcelona, y que ha causado varios muertos y numerosos heridos, entre los que también se encuentran niños.

Todos los adoradores elevamos nuestra oración a Jesús Sacramentado, DIOS DE LA PAZ, por los fallecidos, convencidos de que gozan ya de Su Presencia en el Cielo, y por la recuperación de todos los heridos. Rogamos también a la Santísima Virgen María, Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano, que reconforte y bendiga a las familias afectadas.
Continuar leyendo >>

Hoy, Solemne Función en honor de Santa Clara

(Publicado el viernes, 11 de agosto de 2017)

Hoy, festividad litúrgica de Santa Clara, nuestra Archicofradía asistirá a la SOLEMNE FUNCIÓN que se celebrará en el Convento de Santa Clara, a las 10:00 de la mañana, oficiada por el Rvdo. Sr. Fray Francisco González Caballero, párroco de Nuestra Señora del Águila en el sevillano barrio de Palmete.


Fotografía: N. H. A. D. Francisco Burgos Becerra.
Continuar leyendo >>

Solemne Función en honor de Santa Clara

(Publicado el domingo, 6 de agosto de 2017)

El próximo viernes, 11 de agosto, festividad litúrgica de Santa Clara, nuestra Archicofradía asistirá a la SOLEMNE FUNCIÓN que se celebrará en el Convento de Santa Clara, a las 10:00 de la mañana, oficiada por el Rvdo. Sr. Fray Francisco González Caballero, párroco de Nuestra Señora del Águila en el sevillano barrio de Palmete.


Fotografía: N. H. A. D. Francisco Burgos Becerra.
Continuar leyendo >>

Hoy, Santa Misa de la festividad litúrgica de Nuestra Señora Reina de los Ángeles

(Publicado el miércoles, 2 de agosto de 2017)

Hoy , a las 8:30 de la mañana, se celebrará en el Convento de Santa Clara, la Santa Misa de la festividad litúrgica de Nuestra Señora Reina de los Ángeles.


INDULGENCIA PLENARIA

Concedida, según la tradición, por S. S. Honorio III, en el año 1216, a todos los fieles que, el día 2 de agosto, visitasen la capilla de la Porciúncula, en Asís, cuna de la Orden Franciscana.

En la actualidad, se puede ganar, también por los fieles difuntos, visitando cualquier iglesia parroquial o franciscana, rezando un Padrenuestro y el Credo, confesándose, comulgando y orando por las intenciones del Sumo Pontífice.




PLEGARIA A NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES


Hoy quiero cantarte, Señora de los Ángeles, 
Reina Soberana, Madre Celestial. 
Yo soy una alondra que ha puesto en ti su nido.
Viendo tu hermosura, te reza su cantar.

Luz de la mañana, María, templo y cuna, 
mar de toda gracia, fuego, nieve y flor. 
Puerta siempre abierta, rosa sin espinas, 
yo te doy mi vida, soy tu trovador.

Salve, surco abierto donde Dios se siembra. 
Te eligió por madre Cristo el Redentor. 
Salve, esclava y reina, Virgen nazarena, 
casa, paz y abrazo para el pecador.

Luz de la mañana, María, templo y cuna, 
mar de toda gracia, fuego, nieve y flor. 
Puerta siempre abierta, rosa sin espinas, 
yo te doy mi vida, soy tu trovador.


Letra y música: Cesáreo Gabaráin Azurmendi.


Fotografía: N. H. A. D. Juan Escamilla Martín.
Continuar leyendo >>

Tema de reflexión para el mes de agosto

(Publicado el martes, 1 de agosto de 2017)

LA IGLESIA (VIII)

Ya no es tan frecuente, como lo era hace unos años, oír, “yo reconozco el valor de Jesucristo y de sus enseñanzas, pero no creo en la Iglesia”, no obstante, el argumento encuentra nuevas modalidades en un ambiente multicultural y escéptico. Este planteamiento se retroalimenta del pecado de los cristianos, de los hijos de la Iglesia y singularmente del escándalo producido por los pecados de los clérigos o de los especialmente consagrados a Dios. En este sentido nos impulsa a una purificación constante y a vivir vigilantes y en oración, para no caer en tentación. También es cierto que tales ideas sirven muchas veces para una autoexculpación, enturbiando las aguas para escapar desapercibido de las propias miserias.

Pero el punto más débil de tal postura es que si se acepta a Jesús y su doctrina, es imposible desligar de Él el firme propósito de dar cumplimiento a los designios del Padre, entre los que ocupa un lugar central fundar la Iglesia como pueblo de la Alianza nueva y eterna y signo de la presencia del Reino de Dios ya aquí y ahora.

Como dice el Catecismo (n. 758), "Para penetrar en el misterio de la Iglesia, conviene primeramente contemplar su origen dentro del designio de la Santísima Trinidad y su realización progresiva en la historia".

Vamos a tratar de meditar ahora un poco sobre esta realidad desde la luz del Sacramento del altar, su celebración y su saboreo espiritual.


Iglesia y designio de Dios

Muchos comentaristas de la Escrituran señalan ya en el judaísmo que el relato de la creación de Génesis capítulo primero introduce una diferencia entre el modo de presentar la creación de todos los seres (dijo Dios…) y el modo de presentar la creación del ser humano (… hagamos…). Este “plural”, más que puramente mayestático, lo que indicaría ya una especial voluntad creadora, reforzada por la solemnidad de la expresión, se interpreta como el fruto de una deliberación de la corte divina, un acto de Dios compartido con los coros de las “celestiales Cortes”. Los autores cristianos, a la luz de las enseñanzas evangélicas, vieron sobretodo una deliberación particular de la Santísima Trinidad. Si a esto unimos la referencia a una creación a imagen y semejanza del hombre y la mujer, llamados a la unidad del amor y a la fecundidad familiar, reflejo del Misterio de Dios, la creación del hombre se presenta como reflejo del ser de Dios: uno (por ser esencialmente amor) y trino (por distinción de personas). El ser “social” del hombre no es puramente práctico, en orden a su supervivencia y bienestar (como en algunos insectos), se trata de una realidad de comunión y de amor, que, agregando, lejos de disolver la identidad de las personas, hace posible su vigencia y desarrollo.

Así pues la Teología católica entiende, en la misma Trinidad y en tal designio creador, la voluntad de dar origen germinalmente, con el ser humano, a la Iglesia, como realidad histórica del Reino de Dios, así lo expresa un precioso Prefacio del actual Misal Romano (La Iglesia está unificada en la Trinidad, Prefacio dominical Vº para el Tiempo Ordinario).


El valor de Israel como pueblo de la Promesa

El Catecismo nos recuerda (n. 762) que "La preparación lejana de la reunión del pueblo de Dios comienza con la vocación de Abraham, a quien Dios promete que llegará a ser padre de un gran pueblo. La preparación inmediata comienza con la elección de Israel como pueblo de Dios. Por su elección, Israel debe ser el signo de la reunión futura de todas las naciones. Pero ya los profetas acusan a Israel de haber roto la alianza y haberse comportado como una prostituta. Anuncian, pues, una Alianza nueva y eterna. Jesús instituyó esta nueva alianza".

Pese a las infidelidades de los elegidos, Dios permanece fiel, espera su conversión para hacer de ella un signo de la plena realización de sus designios (Catecismo =CEC, n. 674). Además ellos durante los tiempos anteriores a Cristo no eran “elegidos por exclusión” sino “como ejemplo” de lo que Dios quería hacer con la entera humanidad.

Dios elige comunicarse y mantener la esperanza de los seres humanos no aisladamente, sino formando una convocatoria, una asamblea estructurada (sinagoga), un pueblo, una iglesia. La dilatación del Pueblo de las promesas hasta horizontes universales es ya evidentemente una orientación hacia la Iglesia y el Reino escatológico. No en vano la Liturgia cristiana echa sus raíces en numerosas instituciones cultuales del Judaísmo a las que Jesús da un nuevo impulso abriéndolas, en relación con su ministerio mesiánico, a una realización plena: así la Liturgia de la Palabra cristiana pone su base en la interpretación de la Ley y de los Profetas y Salmos hecha por Cristo y por las homilías apostólicas. La Liturgia Eucarística tomará como base los elementos y gestos principales de la Cena Pascual judía, tal y como Jesús los reinterpretó en su última cena con los apóstoles. El ritmo de oración continuada con que Israel se dirigía a Dios a través de las horas o momentos de oración, estará en la base de la Liturgia de las Horas de los cristianos (Vid. CEC n. 1096).


La Iglesia instituida por Cristo y manifestada por el Espíritu

La predicación de Jesús, dirigida al pueblo de Israel, llamando a la conversión, así como el envío de sus apóstoles a predicar esta conversión, empezando por Jerusalén, pero llegando hasta los confines del mundo, indica con claridad un deseo de salvación del Padre que abarca a todo el género humano. Tal salvación, abierta a todos, devuelve a los seres humanos a la armonía esencial con Dios, pero también entre los hermanos, en el seno de la familia y en la Sociedad. Tiene en cada paso y gesto de Jesús una voluntad de instaurar una nueva etapa o modo de ser y de presentarse del pueblo de Dios, como sucedió con la Salida de Egipto y la Alianza en el Monte santo.

Los “doce” son la nueva versión de las tribus que forman el Pueblo judío y nacen de Jacob. Jesús se hace “padre” para que los “doce” formen un Pueblo Definitivo. El mandato de “id y bautizadlos”, así como el “haced esto en memoria mía” tienen la firme intención de perpetuar, hasta el fin de los tiempos su venida salvadora, por medio de un pueblo estructurado y con una misión universal y trascendente. El milagro de Pentecostés no sólo da cumplimiento a antiguas profecías sino que también pone de manifiesto que el Espíritu que capacitó e impulsó la vida del Verbo encarnado, ahora fecunda a su esposa, la Iglesia, su cuerpo, y lo capacita para presentarse como un sacramento de Cristo en orden a la realización plena de su obra.

Cada Eucaristía con su ritmo progresivo para manifestar la presencia salvífica, Palabra-Sacramento, Presentación-Confección del Sacramento, Sacrificio-comunión, está mostrando la gradual recapitulación de todo en Cristo y, al mismo tiempo que la hace cumplimiento, la convierte en envío misionero, que la impulsa. No en vano comenzamos la Misa con una colecta (oración inicial que nos aúna) y la terminamos con un envío misionero (“Ite, missa est”).


Preguntas para el diálogo o la meditación
  1. ¿Tratas de ser testigo fiel, con tu testimonio, de que la Iglesia es querida por Dios para la salvación de los hombres? 
  2. ¿Tu modo de participar en las celebraciones de la Iglesia manifiesta tu convicción de que la Iglesia comunidad es un hecho querido por Dios? 
  3. ¿Tomas en serio en tus tiempos de adoración la permanente voluntad de Dios sobre la Iglesia? ¿le das gracias por pertenecer a ella? ¿rezas por el pueblo de Israel? ¿dejas que en la adoración el Espíritu te lleve a sentir cada vez más con la Iglesia y a participar en su misión desde tu vida ordinaria y tu estado de vida? ¿estás disponible para lo que la Iglesia te pida?
Continuar leyendo >>