Historia de la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Venerable Archicofradía de Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento

1. Introducción

En los tiempos actuales, muchas personas pueden preguntarse qué es la Adoración Nocturna e incluso extrañarles esta denominación. En su visita a España, en octubre de 1982, el papa San Juan Pablo II lo explicó con estas palabras: “Gozoso me encuentro, junto a Jesús Sacramentado, con vosotros, miembros de la Adoración Nocturna Española, que, con tantos otros cristianos que se unen a vosotros en tantos rincones de España, tenéis una profunda conciencia de la estrecha relación que hay entre la vitalidad espiritual y apostólica de la Iglesia y la Sagrada Eucaristía. Con vuestras veladas de adoración tributáis un homenaje de fe y amor ardientes a la presencia real de Nuestro Señor Jesucristo en este Sacramento, con su Cuerpo y Sangre, Alma y Divinidad, bajo las especies consagradas”[1].

Pero ¿cuál fue el origen de la Adoración Nocturna? ¿Qué razones la motivaron? Seguidamente, responderemos a estos interrogantes. Hablaremos también del Venerable Luis de Trelles y Noguerol quien fundó la Adoración Nocturna Española en 1877 y se dedicó incansablemente a fomentar la adoración nocturna a Jesús Sacramentado, sembrando la buena semilla para que esta gran obra eucarística llegase a todos los rincones de España como así ocurrió en nuestra ciudad de Alcalá de Guadaíra en 1902. La última etapa de este recorrido histórico glosará, pues, las principales efemérides de la Adoración Nocturna alcalareña, desde sus inicios hasta nuestros días.


2. Origen de la Venerable Archicofradía de la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento

En 1527, ante la grave situación que sufría Italia a causa de la guerra, el fraile agustino Antonio Bellotto instituyó la Escuela del Santo Sepulcro en la iglesia milanesa del mismo nombre con el fin de reparar y desagraviar a Dios y pedir por la paz, adorando al Santísimo Sacramento del Altar durante cuarenta horas ininterrumpidas a partir de las tres de la tarde, en recuerdo del tiempo que transcurrió desde la muerte de Nuestro Señor Jesucristo, aquel primer Viernes Santo de la Historia, hasta su gloriosa y triunfal Resurrección.

Saqueo de Roma (Amérigo, 1887)

Otros impulsores de las Cuarenta Horas de adoración a Jesús Sacramentado fueron el dominico español Tomás Nieto, San Antonio Maria Zaccaria, el capuchino José de Ferno, San Carlos Borromeo y San Felipe Neri. Este último introdujo y fomentó esta práctica devocional en Roma, celebrándose por vez primera en torno a 1550 en la iglesia de la Santísima Trinidad de los Peregrinos.

El 30 de noviembre de 1539, el papa Paulo III aprobó las Cuarenta Horas enriqueciéndolas con numerosas indulgencias. Clemente VIII, por medio de la constitución apostólica Graves Diutarnae, fechada el 25 de noviembre de 1592, estableció que las Cuarenta Horas debían ser celebradas cada día en una sola iglesia de cada pueblo o ciudad e ir rotando en los días sucesivos por el resto de templos, formando así una cadena de oración continua todos los días del año. Y el 6 de agosto de 1623, el papa Urbano VIII, en su encíclica Aeternus Rerum Conditor, prescribió a todas las iglesias del orbe la celebración de las Cuarenta Horas, siendo los Frailes Menores quienes se encargaron de su implantación en España.

La continuidad en la celebración de las Cuarenta Horas era condición indispensable para ganar la indulgencia plenaria, pero, con el paso de los años, se permitió interrumpir la adoración eucarística en las horas de la noche. Como bien nos recuerda el himno litúrgico, la noche no interrumpe la historia de Dios con el hombre; la noche es tiempo de salvación[2]. Por eso y para instrucción del pueblo fiel, la Providencia permitió que en la madrugada del 5 al 6 de julio de 1809, el papa Pío VII, que actualmente se encuentra en proceso de canonización, fuese arrestado al no ceder ante las presiones del emperador Napoleón I de Francia cuya pretensión era someter a la Iglesia a los intereses del Imperio. Aquel triste suceso exigía nuevamente la necesidad de elevar una plegaria continua al Señor. Así lo entendió el sacerdote Santiago Sinibaldi, canónigo de la Iglesia de Santa Maria in Via Lata de Roma. En aquella iglesia, Sinibaldi celebró en la noche del 19 al 20 de noviembre de 1810 una Vigilia de Adoración a Jesús Sacramentado a la que se unieron el sacerdote Rafael Bonomi, también canónigo de Santa Maria in Via Lata, el Marqués Juan Patrizzi Montoro y el caballero Lorenzo, de los Príncipes Giustiniani, entre otros personajes ilustres.

Iglesia de Santa Maria in Via Lata de Roma

Desde aquel momento quedó constituida la Cofradía de la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento y se estableció que en cada noche del año se celebrara una vigilia de adoración a Jesús Sacramentado en la iglesia donde se estuvieran celebrando por turno las Cuarenta Horas diurnas.

El Señor, adorado nuevamente día y noche, escuchó finalmente las plegarias de su pueblo. Así, la guerra en la que se encontraba inmersa Europa a comienzos del siglo XIX se saldó con la abdicación de Napoleón y el regreso del Papa a Roma el 24 de mayo de 1814.

Por ello, el 6 de agosto de aquel mismo año, Pío VII concedió numerosas indulgencias y privilegios a la Cofradía de la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento.

El 27 de abril de 1824, el papa León XII la elevó al rango de Archicofradía, concediéndole la facultad de agregar a sí misma todas las asociaciones que tuvieran por fin la adoración nocturna al Santísimo Sacramento, de modo que todos los adoradores nocturnos pudieran gozar de las mismas gracias espirituales[3].

Así ocurre con la Adoración Nocturna Española, que obtuvo la agregación a la Archicofradía Primaria de Roma el 5 de julio de 1897 como consta en el documento de agregación firmado por Monseñor Jacobus della Chiesa, quien años más tarde se convertiría en Benedicto XV[4].


3. El Venerable Luis de Trelles y Noguerol: fundador de la Adoración Nocturna Española

La institución de la Adoración Nocturna en España se debe a D. Luis Francisco Bernardo Trelles y Noguerol.

D. Luis nació en la villa lucense de Viveiro el 20 de agosto de 1819. Fue un jurista de notable relevancia en la segunda mitad del siglo XIX, el cual estuvo caracterizado por una fortísima persecución religiosa. Fue diputado en el Congreso, combatiendo la lesiva legislación que se había desarrollado contra los derechos de la Iglesia, y desempeñó importantes cargos en la jurisdicción militar como auditor. Por sus relevantes servicios al Estado, fue distinguido por la Reina Isabel II como Comendador de la Real Orden de Carlos III. D. Luis de Trelles se distinguió como hombre de generosidad ejemplar por su entrega al prójimo, especialmente en la III Guerra Carlista, creando una comisión para los canjes de prisioneros, consiguiendo librar de la muerte o del cautiverio a más de veinte mil personas. Con ello se adelantó en más de cincuenta años al Derecho Humanitario Internacional. D. Luis fue un laico comprometido, de fe profunda, convencido de que sólo la devoción a la Eucaristía podía salvar la sociedad de su época.

En 1862, D. Luis viajó a París para participar en el Congreso de la Sociedad de San Vicente de Paul, institución a la que él pertenecía desde 1858. Coincidiendo con su estancia en la capital francesa, D. Luis tuvo la oportunidad de asistir a una Vigilia de Adoración al Santísimo Sacramento que tuvo lugar en la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias durante la noche del 23 al 24 de agosto de 1862.

La Adoración Nocturna Francesa fue fundada en la Iglesia de Nuestra Señora de las Victorias de París el 6 de diciembre de 1848 por el carmelita Fray Agustín María del Santísimo Sacramento, de nombre secular Hermann Cohen.

La experiencia vivida en la adoración a Jesús Sacramentado despertó en D. Luis el deseo fervoroso de fundar la Adoración Nocturna en España. Pero el proyecto se vio frustrado en varias ocasiones ya que la reunión de “un puñado de hombres católicos, y mucho más de noche, era considerado como una grandísima y terrible amenaza”.

Así pues, en enero de 1870, D. Luis fundó la revista La Lámpara del Santuario, dedicada a propagar la devoción al Santísimo Sacramento del Altar. A través de esta publicación mensual[5], D. Luis iba inculcando muy astutamente a los lectores la idea de establecer la Adoración Nocturna en España, sin alarmar al poder político hostil.

Tras quince años de dificultades, a D. Luis se le presentó una providencial oportunidad. En 1877 llegó a Madrid D. Juan de Montalvo, un noble cubano residente en París y miembro del Consejo Superior de la Adoración Nocturna Francesa. D. Juan gozaba de influencia ante el poder político español y era cercano a Cánovas del Castillo, puesto que, éste lo necesitaba para mantener la soberanía española en Cuba frente al independentismo. Sabedor de esto, D. Luis se citó con el señor Montalvo para exponerle su proyecto de fundar la Adoración Nocturna en España. D. Juan le dio su apoyo total y llevó a cabo las gestiones para obtener el tan anhelado permiso de reunión en la iglesia durante la noche.

Así, en la madrugada del 3 al 4 de noviembre de 1877 se celebró la primera Vigilia de Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento en España. Esta vigilia tuvo lugar en el desaparecido Convento de San Antonio del Prado de Madrid que se encontraba frente al Congreso de los Diputados. Aquellos primeros adoradores nocturnos españoles fueron los siguientes caballeros: D. Luis de Trelles y Noguerol, D. Juan de Montalvo, D. Miguel Bosh, D. Pedro Izquierdo, D. Manuel Maneiro, D. Manuel Silva y D. Rafael González.

Iglesia de San Antonio del Prado (derribada en 1890)

Desde aquella memorable noche, D. Luis se dedicó plenamente a implantar la Adoración Nocturna por diversas ciudades, configurando así la gran familia de la Adoración Nocturna Española que, gracias a Dios, no dejó de crecer tras el fallecimiento de D. Luis, acaecido el 1 de julio de 1891 en Zamora cuya Catedral custodia en la actualidad sus restos mortales.

Poco después de la muerte de D. Luis y dada su fama de santidad, comenzó el proceso para documentar su vida y sus virtudes, de modo que no se perdieran testimonios importantes de personas que lo habían conocido.

El proceso de canonización de D. Luis de Trelles se inició en 1993. Y el 22 de enero de 2015, el papa Francisco lo declaró Venerable, reconociendo así sus virtudes heroicas. Sin duda, un motivo de gran alegría para todos los adoradores nocturnos españoles que no cesamos de pedir en nuestras vigilias para que ocurra pronto el milagro que propicie la beatificación de nuestro fundador[6].


4. Estructura de la Adoración Nocturna Española

La Adoración Nocturna Española se estructura en Secciones. Una Sección es una agrupación de adoradores que residen en la misma localidad.

El Consejo Directivo de cada Sección puede constituir uno o varios Turnos si lo juzga conveniente. Un Turno es el grupo de adoradores que determina la Sección para velar y adorar juntos ante el Santísimo Sacramento una vez al mes.

Los Turnos no tienen por qué estar necesariamente establecidos en la sede canónica de la Sección, aunque sean parte integrante de ésta. No obstante, los Turnos deben asistir a todos los actos y cultos que convoque la Sección[7].

Las Secciones de una misma diócesis están coordinadas por el Consejo Diocesano que, a su vez, lo está por el Consejo Nacional, cuya sede se encuentra en Madrid.


Como institución eminentemente sacramental, la Adoración Nocturna Española venera de un modo especial a San Pascual Bailón, que el 28 de noviembre de 1897 fue proclamado por el papa León XIII como Patrono de todas las Sociedades y Congresos Eucarísticos. San Pascual, nacido en Villarreal el 16 de mayo de 1540, fue un religioso de la Orden de los Frailes Menores que destacó por su gran amor y devoción al Santísimo Sacramento del Altar y a la Santísima Virgen María.

San Pascual Bailón


5. La Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra

La Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra se inauguró canónicamente en la Solemne Vigilia que se celebró en la Parroquia de Santiago el Mayor durante la noche del 31 de octubre al 1 de noviembre de 1902. Tanto en la prensa como en la revista eucarística La Lámpara del Santuario, aparecieron reseñas de este acontecimiento.

De Sevilla acudieron un total de veintitrés adoradores. Cabe destacar los siguientes: D. Trinidad Delgado Cisneros, D. José de Luna y D. Enrique Amaya, Presidente, Secretario y Vocal respectivamente del Consejo Diocesano; así como los presbíteros D. José Fuentes Zabalegui y el Beato Manuel González Serna Rodríguez.

De la nueva Sección alcalareña aparecen relacionados los siguientes señores, algunos de ellos bien conocidos en la historiografía de la ciudad: D. Antonio Alcalá y Orti, padre del Beato Agustín Alcalá y Henke; D. Antonio Espejo, D. Francisco Madueño de los Aires, D. Fernando Rollán Gallardo, D. Juan Antonio López Vélez, D. José Ruiz Delgado, D. José Gandulfo Ruiz, D. José Fuentes Ojeda, D. José García Donoso, D. Manuel Calderón Ramos, D. Juan Antonio Moreno Hernández, D. Manuel Alba Ramírez, D. Ángel Baquerizo, D. Paulino García-Donas Barrera, primer Presidente de la Sección[8], D. Tomás Amador, D. José López Rueda, D. Manuel Casado Ramos; y los presbíteros D. José Cid, D. Antonio Reina, D. José María Fuentes Calderón, D. Emiliano León, D. Manuel Zamora y el entonces párroco de Santiago D. Fernando Díaz García, además del “numeroso personal de fieles” que llenaban “las amplias naves del templo”.


En la I Asamblea Nacional de la Adoración Nocturna Española, celebrada en Valencia en noviembre de 1893, “considerando que la guardia a las personas reales se presta siempre con bandera”, se acordó “que la guardia a Cristo Sacramentado, Rey de reyes, se preste por las Secciones en las noches de adoración con la bandera propia”[9].

Como era costumbre, el Consejo Diocesano de la Adoración Nocturna de Sevilla presidió y dirigió la Vigilia Inaugural de la Sección de Alcalá para que, con su ejemplo, los adoradores alcalareños aprendieran el ritual dispuesto en el Reglamento[10]. Por esta razón, en la fotografía anterior aparece la antigua bandera de la Sección de Sevilla, que actualmente se conserva en las dependencias del Consejo Diocesano[11].


En la segunda vigilia, celebrada en diciembre de 1902, el entonces Canónigo Magistral de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla y Director Espiritual del Consejo Diocesano, Monseñor Roca y Ponsa, bendijo solemnemente la primera bandera de la Sección de Alcalá que el anónimo cronista describió de esta forma: “Enhorabuena al cristiano e ilustrado pueblo de Alcalá de Guadaíra, a la distinguida Sra. Dª. Laura Corona de López Trigo, que ha acreditado sus notables condiciones de excelente artista pintando la bandera de la Sección, blanca con los lemas del Santísimo por el anverso y roja y gualda por el reverso…”[12].



Puesta bajo el patrocinio de Santa Teresa de Jesús como ejemplo de “abnegación y espíritu de sacrificio”[13], la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra ha conocido épocas de gran auge, como la de los años posteriores a su fundación, o la de los años cuarenta, cincuenta, sesenta y setenta del pasado siglo XX. Pero también ha pasado por algunos baches, como el sufrido en los terribles años de la Guerra Civil y durante las décadas de los ochenta y parte de los noventa.

En la noche del 13 al 14 de julio de 1903 se celebró por primera vez en Alcalá la Vigilia Diocesana de la Fiesta de las Espigas, que cada año congrega, en un lugar diferente, a las Secciones adoradoras de muy diversos pueblos y ciudades de la geografía sevillana para dar gracias a Dios por los logros del trabajo humano, poniendo este trabajo nuestro en sus manos para que Él lo transforme en fruto de redención[14].

En 1947 la Sección creó el Turno de jóvenes adoradores, que en el argot de la Adoración Nocturna Española reciben el apelativo de “Tarsicios” en honor del Mártir San Tarsicio, el niño que murió en torno al año 257 apedreado “al defender la Santísima Eucaristía de Cristo de una furiosa turba de gentiles que intentaban profanarla”[15].

Bandera de los Tarsicios

En 1950, la Sección aportó 150 pesetas para la reparación del magnífico altar de plata que la Hermandad Sacramental de Santiago monta cada año para los cultos que se celebran en la parroquia con motivo de la solemnidad del Santísimo Corpus Christi[16].

En 1961 se celebraron algunas Vigilias de Adoración al Santísimo Sacramento en la Capilla de Nuestra Señora del Carmen, del Colegio Salesiano. Igualmente, en 1965, se celebraron varias Vigilias de Adoración Nocturna en la Parroquia de San Agustín, a petición del entonces párroco, el recordado D. José Luis Portillo.

En la segunda mitad de la década de los sesenta, se llegó a contar con ciento ocho adoradores, siendo el presidente de la Sección D. Antonio Bono Hartillo. Sin embargo, el fallecimiento de D. Antonio produjo los años de inactividad anteriormente mencionados, e incluso la inexplicable desaparición de la segunda bandera que realizó la Sección y que hasta los años noventa se conservó en la cajonera de la sacristía de la Parroquia de Santiago[17].

Aquella bandera, aún hoy desaparecida, seguía el modelo actual de las banderas de la Adoración Nocturna: blanca por ambas caras, con el anagrama eucarístico en el centro del anverso y lisa por el reverso. Fue realizada después del incendio de la Parroquia de Santiago en 1936, creyéndose consumida por las llamas la bandera que pintara Dª. Laura Corona en 1902 y que, felizmente, reapareció en septiembre de 2023, recuperándose así un testimonio importantísimo de la historia de la Adoración Nocturna y del patrimonio material de Alcalá.

Desde 1938, todas las banderas de la Adoración Nocturna Española lucen en sus remates un lazo con los colores de la enseña nacional, en reconocimiento del testimonio martirial de los más de dos mil cuatrocientos adoradores nocturnos españoles que fueron asesinados durante la persecución religiosa de los años 30 del siglo XX[18].

En 1997 se comenzaron las gestiones para reactivar la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá, que lleva funcionando con normalidad desde 1999. Hasta el año 2003 estuvo radicada en la Capilla de Nuestra Señora del Carmen y después se trasladó al Monasterio de Santa Clara donde actualmente se encuentra establecida.

Con motivo del CXXV Aniversario de la instauración de la Adoración Nocturna en la Archidiócesis de Sevilla y del VIII Centenario de la fundación de la Orden Franciscana, la Sección Adoradora Nocturna alcalareña organizó unos cultos itinerantes, con vigilias que se celebraron en todos los templos de la ciudad y en las que colaboró muy activamente el clero local. Estos cultos culminaron con una Solemne Vigilia Extraordinaria celebrada en la noche del 29 de noviembre de 2008 en el Monasterio de Santa Clara, en presencia del Consejo Diocesano y de numerosas Secciones de la provincia. En el transcurso de la Vigilia, se entregó a la Comunidad de Hermanas Clarisas la insignia de “Adoradoras Honoríficas”, por su inconmensurable amor y devoción a la Santísima Eucaristía. Asimismo, se bendijo la bandera que actualmente usa la Sección, realizada por D. Juan Jorge García García; se impuso la insignia a los nuevos adoradores y la de honor a los más veteranos[19].

El año 2009 también fue muy especial para la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá ya que supuso su reincorporación en la Procesión del Santísimo Corpus Christi. Se creó el Pregón del Corpus Christi de Alcalá de Guadaíra como pórtico común de todos los cultos que se celebran en la ciudad en honor del Santísimo Sacramento del Altar, y se recuperaron los antiquísimos cultos durante la Octava de la Solemnidad[20] que culminan con Función Principal en la que anualmente la Sección renueva su compromiso de fidelidad y promete defender el milagro de la vida humana desde el primer instante de la concepción hasta la muerte natural.

El 5 de enero de 2010, en el transcurso de la visita que realizan anualmente al Monasterio de Santa Clara, se hizo entrega a la Asociación de Amigos de los Reyes Magos del nombramiento de “Adorador Honorífico”, con motivo del cincuentenario de dicha entidad que, año tras año, mantiene “viva en esta ciudad la tradición de aquellos tres personajes que adoraron a Dios hecho Niño, y al que nosotros también adoramos, hecho Sacramento y Pan Eucarístico”[21]. Desde entonces todos los años se renueva este hermanamiento, entregando un diploma a las personas encargadas de encarnar a Sus Majestades de Oriente y a la Estrella de la Ilusión, acreditándolos como “Adoradores Honoríficos” de Jesús Sacramentado.

En la noche del 23 al 24 de junio de 2012, se celebró la Solemne Vigilia Diocesana de la Fiesta de las Espigas. En esta segunda ocasión, la designación de Alcalá estuvo motivada por la celebración del Año Jubilar que el papa Benedicto XVI concedió a las Hermanas Clarisas, al cumplirse el VIII Centenario de la consagración al Señor de Santa Clara, hecho que ocurrió en Asís el Domingo de Ramos de 1212, dando inicio de esta forma a la Segunda Orden Franciscana, o de las Damas Pobres de Santa Clara.

La recepción de los asistentes se realizó en el ábside del Santuario de la Santísima Virgen del Águila, colocándose las banderas de las Secciones en el altar de la Cruz allí existente. Después del saludo del Rvdo. D. Manuel María Roldán Roses, entonces párroco de Santiago el Mayor, se bendijeron las medallas conmemorativas de la efeméride, que fueron impuestas a las banderas de las Secciones asistentes y a los adoradores alcalareños, siendo desde aquel momento la seña de identidad de los hermanos de la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá, además de la insignia que prescriben los Estatutos Nacionales.

Anverso y reverso de la Medalla de la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra

Insignia de solapa de los adoradores nocturnos españoles

Seguidamente, todos entraron en el Santuario para saludar a la Patrona con el popular canto “Salve Madre”. Acto seguido, la comitiva se dirigió hacia la Parroquia de Santiago, donde el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Santiago Gómez Sierra, entonces Obispo Auxiliar de Sevilla, ofició el rezo de Vísperas[22] y la Solemnísima Misa que fue concelebrada por sacerdotes de la ciudad.

El Presidente del Consejo Diocesano, cargo que en aquel momento ostentaba D. Rafael Corrales Ruiz, impuso a D. Juan Jorge García García la Insignia de Honor que el Consejo Nacional de la Adoración Nocturna Española había enviado, reconociéndolo como reactivador de la Sección. Igual condecoración y nombramiento se envió a D. José Luis de la Rosa Carranco que su viuda recibió en la Vigilia Ordinaria del mes de noviembre.

Finalizada la Misa y rezadas las preces de rigor ante Jesús Sacramentado, expuesto en la Custodia, se organizó la Procesión para trasladarlo al Monasterio de Santa Clara, siendo portado bajo palio por el Sr. Obispo entre los cánticos de todos los que formaban la fervorosa comitiva. Al llegar a la capilla, el Señor fue recibido a los acordes del Himno Nacional, interpretado por la hermana organista. Fue muy emotiva la subida del Santísimo Sacramento al gran manifestador de plata, instalado en el Altar Mayor y que fue cedido para la ocasión por la Hermandad Sacramental de San Sebastián.

A las doce de la noche, tras unos minutos de oración, que encabezó Monseñor Gómez Sierra, postrado ante la Majestad de Dios hecho Pan, comenzaron los turnos de vela de una hora de duración cada uno. A las seis de la mañana, después del rezo comunitario de Laudes[23], se organizó la procesión hacia el lugar donde había comenzado esta inolvidable Fiesta de las Espigas: el Santuario de la Santísima Virgen del Águila. El Santísimo Sacramento fue portado en el paso de la custodia que cada año procesiona en la solemnidad del Corpus Christi, y que la Hermandad Sacramental de Santiago cedió para tan magna ocasión.

De nuevo en la explanada del Santuario y tras las preces acostumbradas, D. Manuel María Roldán procedió al rito central de la Fiesta de las Espigas: la bendición a los campos, a la ciudad y a sus habitantes. Sin duda, una bellísima estampa: alzado el Santísimo Sacramento entre las banderas rendidas a Su Divina Majestad, como ocurrió en 1903.

Inmediatamente después, se procedió a la reserva en el Sagrario situado a las plantas de la Patrona, que fue saludada con la solemne melodía de la “Salve Regina”, dándose por finalizada una noche de adoración eucarística que ha quedado en la historia religiosa reciente de Alcalá[24].


El 23 de septiembre de 2012, conmemoración del hallazgo del cuerpo de Santa Clara de Asís, se celebró la Solemne Misa de Clausura del Año Jubilar Clariano, oficiada por el Emmo. y Rvdmo. Sr. Fray Carlos Amigo Vallejo, Cardenal Arzobispo Emérito de Sevilla, quien el día anterior, a petición de la Sección, pronunció una conferencia titulada “La Eucaristía: manantial y cumbre de la vida cristiana”. Al término de dicha conferencia, el Presidente, D. Juan Jorge García García, impuso la Medalla de Oro de la Sección a Su Eminencia Reverendísima, quien en octubre de 2010 había aceptado su nombramiento como Presidente Honorario[25].


El 1 de octubre de 2012, la Sección obtuvo la afiliación a la Orden Franciscana o de los Frailes Menores por el entonces Ministro General, el Excmo. y Rvdmo. Sr. Fray José Rodríguez Carballo, gozando desde ese momento “de la riqueza del Carisma Franciscano”[26], que las Hermanas Clarisas llevan testimoniando en Alcalá desde 1597[27]. Por ello, el Excmo. Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, a petición de la Sección de la Adoración Nocturna, concedió la Medalla de la Ciudad a la Comunidad de Hermanas Pobres de Santa Clara, en reconocimiento de su extensa y fecunda historia en Alcalá.


El 7 de mayo de 2014, el entonces Obispo Auxiliar de Sevilla, el Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Santiago Gómez Sierra, en el transcurso de su visita pastoral al Monasterio de Santa Clara, bendijo solemnemente la imagen de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia, obra de la escultora utrerana Dª. Encarnación Hurtado Molina y que es cotitular de la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra, ya que, como dijo el papa San Juan Pablo II en su encíclica Ecclesia de Eucharistia, la Santísima Virgen María y la Eucaristía “son un binomio inseparable”[28].

D.ª Encarnación Hurtado Molina, autora de la Sagrada Imagen, y D. Juan Jorge García García, Presidente de la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra, posan a las plantas de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia.

Con este triple título, la Sección recuperó tres advocaciones que durante siglos tuvieron gran devoción en Alcalá[29]. La bendición estuvo amadrinada por la Hermandad del Santísimo Cristo de la Fundación y Nuestra Señora de los Ángeles (vulgo de Los Negritos de Sevilla), la Hermandad de Nuestra Señora de Consolación, patrona de Utrera, y la Hermandad de la Santísima Virgen de Gracia, patrona de Carmona. Cada año, en torno a la Solemnidad de Todos los Santos, la Sección celebra Función Solemne y Besamanos en honor de la Señora en acción de gracias por su aniversario fundacional y en conmemoración del aniversario del Dogma de la Asunción al Cielo de la Bienaventurada Virgen María proclamado por el papa Pío XII, el 1 de noviembre de 1950.

“¿Cómo imaginar los sentimientos de María al escuchar de la boca de Pedro, Juan, Santiago y los otros Apóstoles, las palabras de la Última Cena: «Este es mi Cuerpo que es entregado por vosotros»? Aquel Cuerpo entregado como sacrificio y presente en los signos sacramentales era el mismo Cuerpo concebido en su seno”[30] y el mismo Cuerpo que estuvo clavado en la Cruz. Por ello, y como no puede ser de otra manera, la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá venera de un modo especial a Cristo Crucificado.

El 20 de enero de 2018, fue bendecida la imagen del Santísimo Cristo de la Vera Cruz por el entonces párroco de Santiago, el Rvdo. D. Manuel María Roldán. Previamente, la Sagrada Imagen, de procedencia hispanoamericana y de autoría desconocida, tuvo que ser sometida a un arduo proceso de restauración que llevaron a cabo el profesor D. Joaquín Arquillo Torres y su equipo en los talleres de la Facultad de Bellas Artes de Sevilla. La Cruz en la que fue fijada la efigie del Salvador fue realizada en los talleres de carpintería de AFAR, importantísima obra social en Alcalá encabezada por el Rvdo. D. Manuel Ángel Cano Muñoz. La bendición del Santísimo Cristo de la Vera Cruz fue amadrinada por las siguientes instituciones: la Confraternidad de Hermandades de la Vera Cruz; la Comunidad de Hermanas Clarisas, única presencia franciscana actualmente en Alcalá; y la Parroquia de Santiago el Mayor, cuya feligresía estuvo muy vinculada a la Vera Cruz, que recibía culto en el desaparecido Convento de Frailes Menores que ocupaba el lugar conocido hoy como “San Francisco”[31].


Por iniciativa de D. Manuel, en febrero de 2018, la Sección incorporó en sus cultos la celebración del Solemne “Triduo de Carnestolendas” o también conocido “Triduo de Carnaval” porque tiene lugar durante esos tres días que anteceden al inicio de la Cuaresma. Un Triduo que la Iglesia celebra en reparación y desagravio a la Majestad de Dios por las ofensas recibidas, y que ya en el siglo XVIII era celebrado con gran solemnidad en Alcalá[32]. El Santísimo Cristo de la Vera Cruz preside cada año el ejercicio de este Triduo para que, mediante su contemplación, no olvidemos nunca que Jesús dio su vida para redimirnos.

Los Niños Seises en su danza reverencial ante el Santísimo Sacramento del Altar

En 2019, como broche final del Triduo de Carnaval, se rezó el ejercicio del Vía Crucis recorriendo las catorce estaciones con el Santísimo Cristo de la Vera Cruz por el bellísimo Claustro del Monasterio de Santa Clara; acto que la Sección organiza desde entonces dentro del tiempo litúrgico de Cuaresma[33].




La Sección Adoradora Nocturna tiene la gracia de custodiar en Alcalá una de las más importantes reliquias de la Cristiandad: una astilla de la Santa Vera Cruz. Dicha reliquia está avalada con su correspondiente auténtica, nombre que recibe la acreditación de autenticidad de las reliquias, y que, según las normas de la Iglesia, es imprescindible para que puedan ser veneradas por los fieles. En el texto latino de ese documento se indica que la astilla fue extraída en 1742 del Santo Madero por Monseñor Basilio Matranga, Arzobispo de Achrida (Bulgaria) desde 1726 a 1748, de quien aparece su escudo en el lacre que mantiene herméticamente cerrada la teca que contiene la Sagrada Reliquia.

Anteriormente, hubo en Alcalá otro Lignum Crucis[34], pero debió consumirse en el fuego que asoló los templos de la ciudad en el nefasto año de 1936, junto con la práctica totalidad del riquísimo patrimonio religioso, devocional y artístico que atesoraban los mismos, fruto del esfuerzo y la colaboración de todos los alcalareños a lo largo de los siglos y del que, tristemente, se salvaron poquísimas piezas.

La reliquia actual fue presentada en la resplandeciente custodia de la Parroquia de Santiago el 2 de abril de 2021, Viernes Santo, en el transcurso de los Sagrados Oficios de la Pasión del Señor celebrados en el referido templo parroquial. En septiembre de ese mismo año, el Lignum Crucis fue colocado en su ostensorio definitivo al comienzo de la Solemne Función celebrada en el Monasterio de Santa Clara con motivo de la fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz.

Presentación del Santo Lignum Crucis
(2 de abril de 2021, Viernes Santo)



El Santo Lignum Crucis en su ostensorio actual

Todas las reliquias auténticas del Lignum Crucis tienen reconocido por la Iglesia el culto de latría reservado sólo a Dios, aunque en grado relativo, por haber estado en contacto directo con el Sagrado Cuerpo del Redentor y haber sido impregnado de su Preciosísima Sangre. Por esta razón, el sacerdote puede impartir la bendición a los fieles con el Lignum Crucis, hecho que cada año ocurre a la terminación de las Misas Solemnes que la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra celebra el primer domingo de mayo, en conmemoración del hallazgo de la Vera Cruz por Santa Elena en el año 326, y el 14 de septiembre con motivo de la fiesta litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz[35].

En esta Cruz se halla contenido el “misterio del sacrificio que Cristo hizo de sí mismo”[36], el cual se renueva continuamente en el Sacrificio incruento de nuestros altares: en la Eucaristía.

La Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra continúa celebrando, ofreciendo, adorando y viviendo la Eucaristía, manantial y cumbre de la vida cristiana, manteniendo la llama que encendieron aquellos alcalareños en 1902 y que luce como la lamparilla ante el Sagrario, recordándonos la presencia de Dios vivo entre nosotros, hecho Pan en esta ciudad panadera por excelencia.


¡Dios está aquí! ¡Venid, adoradores!

¡Adoremos a Cristo Redentor!


Juan Escamilla Martín


NOTAS Y FUENTES DOCUMENTALES:

[1] Extracto de la alocución del Papa San Juan Pablo II a la Adoración Nocturna de España en la Vigilia Nacional Extraordinaria celebrada en Madrid, en la Parroquia de Ntra. Sra. de Guadalupe, el 31 de octubre de 1982.

[2] El himno que aquí se cita es el del rezo de Vísperas del martes de la segunda semana del salterio (Liturgia de las Horas).

[3] La Lámpara del Santuario, 1899, pp. 78-85.

La Lámpara del Santuario, 1910, Reseña histórica de la Venerable Archicofradía de la Adoración Nocturna del Santísimo Sacramento (suplemento).

Iraburu, J. M., Oraciones de la Iglesia en tiempos de aflicción, Fundación GRATIS DATE, Pamplona 2001.

[4] Datos obtenidos del diploma de agregación de la Adoración Nocturna Española a la Venerable Archicofradía de la Adoración Nocturna al Santísimo Sacramento de Roma (La Lámpara del Santuario, 1942, p. 22).

[5] La Lámpara del Santuario continúa siendo el órgano de prensa de la Adoración Nocturna Española, aunque actualmente se edita trimestralmente.

[6] Puy Muñoz, F., Luis de Trelles. Un laico testigo de la fe, CEU Ediciones, Madrid 2009.

Rojo Pérez, M., El Venerable Luis de Trelles. Breve síntesis de su vida y virtudes, Fundación Luis de Trelles, Vigo 2018.

Abol-Brasón Álvarez-Tamargo, M., Conferencia: “Luis de Trelles: su fe y sus obras”, Fundación Luis de Trelles, 2003.


[7] Estatutos de la Adoración Nocturna Española (aprobados el 22.11.2022), título V, artículo 24.

[8] Así consta en los correspondientes oficios cursados en octubre de 1902 y en La Lámpara del Santuario (tomo de 1925, p. 291) donde se anunció su fallecimiento.

[9] Compilación de los Acuerdos de la I Asamblea Nacional de la Adoración Nocturna Española, Art. 42 (La Lámpara del Santuario, 1894).

[10] La Lámpara del Santuario, 1899, p. 88.

[11] Se desconoce el motivo por el que aparece el año 1900, puesto que la Sección de Sevilla fue fundada en 1883, en la parroquia de Santa Cruz (La Lámpara del Santuario, 1883, p. 26).

[12] La crónica de la inauguración de la Sección de Alcalá de Guadaíra, de autor anónimo, se publicó en el número de febrero de 1903 de La Lámpara del Santuario (tomo de 1903, pp. 80-82).

[13] De los escritos del Venerable Luis de Trelles y Noguerol en La Lámpara del Santuario (tomo de 1884, p. 258).

[14] López de Rueda, J., Crónica de la Fiesta de las Espigas en Alcalá de Guadaíra, La Lámpara del Santuario, 1903, pp. 457-459.

[15] De los elogios del Martirologio Romano del día 15 de agosto.

[16] Datos extraídos del último Libro de Actas de la Hermandad Sacramental de Santiago (1950 a 1976), publicados por D. José Mª. Márquez Catalán en el Boletín “Calvario”, nº 55 (junio de 2003).

[17] García García, J. J., La Adoración Nocturna en Alcalá, Boletín “Pasión y Gloria” nº 8 (2001), pp. 42-43.

García García, J. J., Permanencia constante de la Adoración Nocturna, Boletín “Pasión y Gloria nº 17 (2010), pp. 112-114.

[18] La Lámpara del Santuario, 1938, p. 107; 1940, pp. 451-456, pp. 468-476, pp. 484-492, pp. 504-508, pp. 520-524; 1941, pp. 534-540, pp. 551-556, pp. 567-572, p. 588, pp. 603-604.

[19] Boletín informativo editado por la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra en diciembre de 2008, pp. 4-5.

[20] En el siglo XVII ya se celebraba en Alcalá de Guadaíra la Octava del Corpus Christi, según cuenta el Rvdo. P. D. Leandro José de Flores en sus Memorias Históricas de la Villa de Alcalá de Guadaíra, obra publicada en 1883.

[21] Extracto del texto del diploma acreditativo de la concesión.

[22] Las Vísperas son la oración de la tarde con la que la Iglesia da gracias a Dios por lo bueno de la jornada y lo repara por todas nuestras infidelidades.

[23] Los Laudes son la oración de la mañana con la que la Iglesia alaba al Señor por el nuevo día.

[24] Boletín informativo editado por la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra para los meses de julio y agosto de 2012, pp. 8-14.

[25] Monseñor Amigo Vallejo aceptó el nombramiento como Presidente Honorario de la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra mediante una carta fechada el día 6 de octubre de 2010, que la Sección conserva en su archivo.

[26] Extracto del texto del diploma acreditativo de la afiliación.

[27] Flores, L. J., 1883.

[28] San Juan Pablo II, Encíclica Ecclesia de Eucharistia, nº 57.

[29] Flores, L. J., 1883.

[30] San Juan Pablo II, Encíclica Ecclesia de Eucharistia, nº 56.

[31] Flores, L. J., 1883.

[32] Flores, L. J., 1883.

[33] Boletín informativo editado por la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra en febrero de 2018, pp. 12-16.

Boletín informativo editado por la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra en abril de 2019, pp. 12-13.

[34] Flores, L. J., 1883.

[35] Boletín informativo editado por la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra en abril de 2021, pp. 13-14.

Boletín informativo editado por la Sección Adoradora Nocturna de Alcalá de Guadaíra en octubre de 2021, pp. 12-13.

[36] San Juan Pablo II, Encíclica Redemptor Hominis, nº 20.