Asamblea Diocesana Ordinaria

(Publicado el lunes, 30 de enero de 2017)

VENERABLE ARCHICOFRADÍA DE LA
ADORACIÓN NOCTURNA ESPAÑOLA
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
Consejo Diocesano de Sevilla











ADORADO SEA EL SANTÍSIMO SACRAMENTO
AVE MARÍA PURÍSIMA

ASAMBLEA DIOCESANA ORDINARIA

Por la presente, se convoca a todos los Adoradores Activos de nuestra Archidiócesis a la Asamblea Diocesana Ordinaria que se celebrará (D. m.) el próximo 4 de febrero de 2017, a las 10 de la mañana en primera convocatoria, y a las 10 y media de la mañana en segunda, en nuestra Sede de la Iglesia de San Hermenegildo, con el siguiente

ORDEN DEL DÍA
  1. Invocación al Espíritu Santo.
  2. Lectura del Acta de la Asamblea anterior y su aprobación, si procede.
  3. Informe de la Secretaria.
  4. Informe de la Tesorería de 01-01 a 31-12-2016 y su aprobación, si procede.
  5. Presupuesto de Ingresos y Gastos para el ejercicio de 2017 y su aprobación, si procede.
  6. Memoria de Actividades realizadas, por Secciones (remitidas por escrito).
  7. Informe de cada Sección sobre datos estadísticos (número de Adoradores; Vigilias celebradas en el año, ordinarias y extraordinarias, porcentaje de asistencia a las vigilias en relación con el número de Adoradores; altas y bajas producidas en este año). Objetivos y proyectos de actividades anuales; efemérides previstas, breve exposición.
  8. Asuntos y propuestas para someter a debate y aprobación, si procediese, presentados por las distintas Secciones al Consejo Diocesano con veinte días de antelación a la fecha de la Asamblea.
  9. Ruegos y Preguntas.

Fdo. D. José Antonio Rosales Santana
SECRETARIO

PD. Se expondrá en Tesorería durante los quince días previos a la celebración de la Asamblea, las cuentas y comprobantes del ejercicio de 2016, para que puedan ser examinadas por todos los Adoradores Activos.
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Hoy, Retiro de la Comunidad Parroquial de Santiago

(Publicado el domingo, 29 de enero de 2017)

Hoy, de cinco a siete de la tarde, nuestra Sección Adoradora asistirá al RETIRO DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL DE SANTIAGO, que se celebrará en la Parroquia de Santiago el Mayor, y que dirigirá el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Adrián Sanabria Mejido, Vicario Episcopal para la Nueva Evangelización.
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Hoy, Santa Misa de la Misión Popular

(Publicado el sábado, 28 de enero de 2017)

Hoy, a las siete y media de la tarde, nuestra Sección Adoradora asistirá a la SANTA MISA DE LA MISIÓN POPULAR, que se celebrará en el Santuario de Santa María del Águila, y que oficiará el Rvdo. Sr. D. Manuel María Roldán Roses, Párroco de Santiago el Mayor y Rector del Santuario.
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Carta pastoral ‘Buscar siempre el rostro de Dios’

(Publicado el viernes, 27 de enero de 2017)

 

asenjo_oficial_2010_pm_webEl pasado 21 de junio, la Santa Sede publicaba la Constitución Apostólica Vultum Dei Quaerere sobre la vida contemplativa femenina, firmada por el Papa el 29 de junio, solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo. Sustituye a la Constitución Apostólica Sponsa Christi, publicada por Pío XII el 21 de noviembre de 1950.

A lo largo de la historia de la Iglesia, y también hoy, un número incontable de mujeres consagradas han orientado y siguen orientando toda su vida y actividad a la contemplación de Dios, teniendo una única pasión, la búsqueda incesante de su rostro. Son las monjas contemplativas, que en su vida escondida con Cristo en Dios buscan no solo el sentido de la vida, sino sobre todo el rostro de Dios, de Aquél de quien la Biblia dice que Él lo es todo (Si 43, 27). Ellas, reproduciendo en la Iglesia los rasgos de Jesús, virgen, pobre y obediente, se realizan en esta búsqueda apasionada del rostro del Señor, una búsqueda que es fuente de paz, de sosiego y alegría.

El papa Francisco, después de saludar a las “queridas hermanas contemplativas”, manifiesta su aprecio por este género de vida y dice que a pesar de que en muchos ambientes no se entienda esta especial vocación,  la Iglesia las necesita “inmensamente” para seguir llevando “la buena noticia del Evangelio a los hombres y a las mujeres de nuestro tiempo”.

Manifiesta el Papa que cincuenta años después del Vaticano II, ha considerado necesario ofrecer a las monjas claustrales esta Constitución, que tiene en cuenta tanto el fecundo camino que la Iglesia ha recorrido a la luz de las enseñanzas del Vaticano II, como también las nuevas condiciones socio-culturales. Para ayudar a las contemplativas a vivir su hermosa vocación, les invita el Papa a reflexionar sobre doce temas de la vida consagrada. El primero es el discernimiento sobre la admisión de las candidatas, sin dejarse llevar por la tentación del número, asegurando siempre un acompañamiento personalizado, la formación inicial y la posterior formación permanente.

El Papa encarece después la importancia de la vida de oración, tanto la oración litúrgica como la oración personal, que no debe buscar sólo el crecimiento personal, sino que debe ensanchar el corazón para abrazar a toda la humanidad, y en especial a aquella que sufre. Insiste en la centralidad de la Palabra de Dios, pues de ella brota tanto la oración como la contemplación. Pondera también la importancia de los sacramentos de la eucaristía y la reconciliación. Afirma que “la Eucaristía es por excelencia el sacramento del encuentro con la persona de Jesús”, pues ella contiene todo el bien espiritual de la Iglesia, Cristo mismo. Añade que de la experiencia gozosa del perdón recibido por Dios en el sacramento de la penitencia brota la gracia de ser profetas y ministros de misericordia e instrumentos de reconciliación, que tanto necesita nuestro mundo.

Pondera después la importancia de la vida fraterna, que debe llevar a los miembros de un monasterio a vivir la comunión, a tener un solo corazón y una sola alma, para lo cual todas las monjas deben ser artesanas de la paz y de la reconciliación. Se refiere después el Papa a la autonomía de los monasterios, que favorece “la estabilidad de vida y la unidad interna de cada comunidad”, pero que no debe significar independencia o aislamiento, en particular de los demás monasterios de la misma Orden. Apoyo importante pueden prestar en este sentido las federaciones, que deben ayudar a vivir la identidad más genuina de la vida contemplativa, a colaborar en la formación permanente e inicial, a compartir el personal y, si fuera necesario, los bienes materiales.

Habla también el Papa de la clausura, que es «signo de la unión exclusiva de la Iglesia-esposa con su Señor, profundamente amado», como escribiera Juan Pablo II en Vita Consecrata. Sobre el trabajo dice el Santo Padre a las claustrales que no debe distraer de la contemplación, ni apartar del espíritu de pobreza. Ha de ser realizado con devoción, sin dejarse condicionar por la obsesión de la eficiencia y del activismo. Dice después que en la vida contemplativa es esencial el silencio para la escucha de la Palabra y como requisito para mantener la presencia  de Dios a lo largo del día.

Termina el Papa invitando a las contemplativas a la ascesis y llamando la atención sobre el uso prudente de los medios de comunicación, que no pueden ser ocasión para la evasión de la vida fraterna ni obstáculo para la contemplación.

Por mi parte, concluyo esta carta semanal, invitando a todos los fieles a encomendar al Señor a nuestras hermanas contemplativas, correspondiendo a tanto como les debemos. Pidamos al Señor que las confirme en la hermosísima vocación que les ha regalado en su Iglesia y que, como premio a esa fidelidad, les conceda las vocaciones que permitan mirar con esperanza el futuro de sus monasterios.

Para ellas y para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

+  Juan José Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla

 

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Tema de reflexión para el mes de enero

(Publicado el jueves, 26 de enero de 2017)

LA IGLESIA (I)

A lo largo del presente año pastoral (2016-2017) vamos a contemplar el misterio de la Iglesia de modo que crezca en nosotros el deseo de vivir unidos a ella. Lo haremos siguiendo los pasos del Catecismo de la Iglesia Católica (CEC), buscando que su lectura complete y asegure nuestras reflexiones orantes. Estará en el trasfondo de nuestras miradas la constitución conciliar Lumen Gentium, que nutre en buena medida las enseñanzas del Catecismo en esta materia.

Dios centro único de la fe

El Catecismo nos enseña (CEC 750), siguiendo los artículos del Credo, que nuestra fe es en Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. Sólo Dios merece y provoca nuestra adhesión de fe. La fe es en Dios y, por consecuencia, en lo que él nos enseña (doctrina cristiana y moral) o nos entrega como don de salvación para nosotros (Iglesia y sacramentos). Sólo en este sentido podemos afirmar que creemos en la Iglesia.

La fe en el Dios uno y trino, que identifica a los cristianos, no repudia los caminos de la razón para llegar a Dios desde sus obras; pero tiene su centro en Jesucristo muerto y resucitado. El acontecimiento pascual es piedra fundamental de nuestra fe en Dios. La verdad de la Resurrección se presenta pues como fundamento de nuestra fe (1Cor 15, 14). La Iglesia es fundada por Cristo para dar testimonio de su Resurrección. En los inicios de la predicación evangélica por medio de Apóstoles y Evangelistas, más tarde, por cuántos aceptan su testimonio y lo verifican, en sacramento, mediante las celebraciones litúrgicas de la Iglesia, singularmente la Eucaristía.

En las celebraciones litúrgicas mediante gestos y palabras (como a lo largo de la Historia de Salvación, vid. Constitución conciliar Dei verbum 2), es decir, a través de signos, lecturas y plegarias, el Señor se hace realmente presente y convoca a su Pueblo (Iglesia o convocatoria; vid. CEC 751).

La Iglesia nace de la Eucaristía que Cristo entrega. Posteriormente la Iglesia, fiel al mandato, (Lc 22, 19 y 1Cor 11, 24), hace, (celebra o confecciona), la Eucaristía, que es para ella mysterium fidei (misterio de fe).

Desde la celebración, comunión y adoración de la Eucaristía la Iglesia halla su centro y remite a todos sus miembros a Cristo que, en el mismo dinamismo eucarístico, lleva a cada fiel a ser Iglesia: una, santa, católica y apostólica.


La Iglesia esposa

Esta centralidad Eucarística no ha de ser nunca ritualismo. El centro es siempre Cristo, la Eucaristía es su sacramento, su forma de presencia. Cristo se hace y entrega bajo la forma del sacramento (signo y palabra) para dar concreción a su presencia y a la de su obrar. Así hecho presente y accesible, bajo la forma ritual de un banquete de sacrificio, nos permite entrar en comunión entre nosotros y consigo mismo. Una comunión que configura a la Iglesia como esposa y muestra a Cristo como esposo, conforme a la imagen presentada en las bodas de Caná (Jn 2, 1-12).

La Iglesia está llamada a vivir esta comunión esponsal en todo su ser y su obrar, pero es celebrando y gustando la Eucaristía cuando es tomada por esposa y de donde recibe toda su fecundidad (CEC 1324-1327).

La dependencia total de la Eucaristía respecto de Cristo corre paralela con la dependencia de la Iglesia respecto de su esposo, Jesucristo. Y este nos remite siempre a Dios y su misterio trinitario.

Nuestro vivir siendo Iglesia-Esposa hace de la Trinidad nuestro hábitat de eternidad. Nuestro ser personal encuentra en la relación con las Divinas Personas su plenitud, su Cielo en la tierra. Tal dimensión escatológica es propia de los siete sacramentos (CEC 1130) donde Cristo actúa, singularmente de “el Sacramento” (CEC 1402-1405). ¡Qué bellamente lo glosó san Juan de la Cruz en su poema: "Aunque es de noche"!

Aquesta eterna fonte está escondida
en este vivo pan por darnos vida,
aunque es de noche.
Aquí se está llamando a las criaturas,
y de esta agua se hartan, aunque a oscuras,
aunque es de noche.
Aquesta viva fuente que deseo,
en este pan de vida yo la veo,
aunque es de noche.

(Himno IIº para las Vísperas de la Santísima Trinidad).

Este precioso texto toca y presenta todos los argumentos que venimos glosando: la fe, la Trinidad, la Eucaristía. Y la Liturgia lo pone en labios de la Iglesia. Orar con él es siempre bálsamo para el alma y estímulo para pensar y obrar bien.


La Iglesia cuerpo

Del esposo y la esposa dice la Escritura “serán una sola carne” (Gn 2, 24), un solo cuerpo. Ver a la Iglesia hecha esposa mediante la Eucaristía es verla hecha cuerpo de Cristo mediante el sacramento del cuerpo de Cristo.

Esta incorporación eucarística lleva a su plenitud y actualiza la que tiene inicio mediante el Bautismo y la Confirmación (CEC 1212. 1229. 1285 y 1322).

Ser cuerpo de Cristo con la Iglesia implica participar en la visibilización en nuestra condición humana de la semejanza divina. Como don recibido es purificación y santificación (a modo de trasfiguración), como compromiso de vida es esfuerzo permanente de fidelidad. La Liturgia de la Iglesia nos recuerda frecuentemente en las oraciones tras la comunión que nuestro fin y objetivo vital es transformarnos en lo que comemos.

Nadie ha vivido esta esponsalidad/maternidad como la santísima Virgen María. Mujer de la fe y la obediencia a la Palabra. Madre del Redentor, Modelo de la Iglesia. Mujer eucarística, como la llamó san Juan Pablo II en Ecclesia de Eucharistia (cap. VI). Y esto se traduce en su perfección en el discipulado, en la identificación con el querer y obrar de su Hijo. Si Jesús se anuncia como el verdadero esposo en su primer milagro en Caná, haciendo crecer la fe de sus discípulos en Él, allí María es la Madre del buen consejo: “haced lo que Él os diga”.


Preguntas para el diálogo y la meditación
  1. ¿Es verdaderamente Dios el centro de nuestra fe, o vivimos sobre todo de teorías, normas y prácticas?
  2. ¿Mi piedad eucarística me lleva al encuentro profundo con Dios en su Iglesia? No se puede tener a Dios por padre sin tener a la Iglesia por madre.
  3. ¿La participación en los sacramentos, más aún en la Eucaristía, me impulsa verdaderamente a vivir cristificado (cardad/santidad)?


(Tema proporcionado por el Consejo Nacional, para todas las Secciones de Adoración Nocturna Española)
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Retiro de la Comunidad Parroquial de Santiago

El próximo domingo, 29 de enero, de cinco a siete de la tarde, nuestra Sección Adoradora asistirá al RETIRO DE LA COMUNIDAD PARROQUIAL DE SANTIAGO, que se celebrará en la Parroquia de Santiago el Mayor, y que dirigirá el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Adrián Sanabria Mejido, Vicario Episcopal para la Nueva Evangelización.
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Santa Misa de la Misión Popular

(Publicado el martes, 24 de enero de 2017)

El próximo sábado, 28 de enero, a las siete y media de la tarde, nuestra Sección Adoradora asistirá a la SANTA MISA DE LA MISIÓN POPULAR, que se celebrará en el Santuario de Santa María del Águila, y que oficiará el Rvdo. Sr. D. Manuel María Roldán Roses, Párroco de Santiago el Mayor y Rector del Santuario.
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Hoy, III Reunión formativa de la Misión Popular

(Publicado el sábado, 21 de enero de 2017)

Hoy sábado, 21 de enero, a las seis de la tarde, la Sección tendrá la III REUNIÓN FORMATIVA DE LA MISIÓN POPULAR.

Es preciso llevar consigo el libro "Misiones Populares: Formarnos para la Misión", editado por la Vicaría Episcopal para la Nueva Evangelización de la Archidiócesis de Sevilla, y que fue repartido a todos los fieles de manos del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Santiago Gómez Sierra, Obispo Auxiliar de Sevilla, en la Misa de Inicio de la Misión en la Parroquia de Santiago el Mayor el 29 de octubre del pasado año.

Este mes trataremos el tema "El valor de la parroquia".

Quien desee asistir deberá acceder al Convento de Santa Clara por la calle Alcalá y Orti, 39.
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Hoy, Vigilia de Adoración al Santísimo Sacramento

(Publicado el viernes, 20 de enero de 2017)

LA ANTIGUA Y FRANCISCANA SECCIÓN DE ALCALÁ DE GUADAÍRA
DE LA VENERABLE ARCHICOFRADÍA DE LA
ADORACIÓN NOCTURNA
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
ESTABLECIDA EN EL CONVENTO DE SANTA CLARA
y de la que es Presidente Honorario Perpetuo
S. E. R. Fray Carlos Amigo Vallejo, O. F. M. (q. D. g.)
Cardenal Arzobispo Emérito de Sevilla

CELEBRARÁ
VIGILIA DE ADORACIÓN
EN HONOR Y GLORIA DEL
SANTÍSIMO SACRAMENTO
QUE TENDRÁ LUGAR (D. M.) HOY,
COMENZANDO A LAS SIETE Y MEDIA DE LA TARDE CON LA
SANTA MISA
cantada por las Hermanas Pobres de Santa Clara.

A su término, el sacerdote celebrante hará
EXPOSICIÓN MAYOR DE S. D. M.

Terminada la Estación a Jesús Sacramentado, se seguirá conforme al siguiente orden:
VÍSPERAS, ORACIÓN DE PRESENTACIÓN DE ADORADORES, OFICIO DE LECTURA,
SANTO ROSARIO,
PRECES EXPIATORIAS Y COMPLETAS

A las diez y media de la noche concluirá este culto con la
BENDICIÓN CON S. D. M. Y RESERVA


LA REUNIÓN PREVIA PARA PREPARAR LA VIGILIA TENDRÁ LUGAR A LAS SIETE DE LA TARDE.

A. D. MMXVII
A. M. D. G. et B. V. M.
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Vigilia de Adoración al Santísimo Sacramento

(Publicado el sábado, 14 de enero de 2017)

LA ANTIGUA Y FRANCISCANA SECCIÓN DE ALCALÁ DE GUADAÍRA
DE LA VENERABLE ARCHICOFRADÍA DE LA
ADORACIÓN NOCTURNA
AL SANTÍSIMO SACRAMENTO
ESTABLECIDA EN EL CONVENTO DE SANTA CLARA
y de la que es Presidente Honorario Perpetuo
S. E. R. Fray Carlos Amigo Vallejo, O. F. M. (q. D. g.)
Cardenal Arzobispo Emérito de Sevilla

CELEBRARÁ
VIGILIA DE ADORACIÓN
EN HONOR Y GLORIA DEL
SANTÍSIMO SACRAMENTO
QUE TENDRÁ LUGAR (D. M.) EL SÁBADO, 21 DE ENERO,
COMENZANDO A LAS SIETE Y MEDIA DE LA TARDE CON LA
SANTA MISA
cantada por las Hermanas Pobres de Santa Clara.

A su término, el sacerdote celebrante hará
EXPOSICIÓN MAYOR DE S. D. M.

Terminada la Estación a Jesús Sacramentado, se seguirá conforme al siguiente orden:
VÍSPERAS, ORACIÓN DE PRESENTACIÓN DE ADORADORES, OFICIO DE LECTURA,
SANTO ROSARIO,
PRECES EXPIATORIAS Y COMPLETAS

A las diez y media de la noche concluirá este culto con la
BENDICIÓN CON S. D. M.  Y RESERVA


LA REUNIÓN PREVIA PARA PREPARAR LA VIGILIA TENDRÁ LUGAR A LAS SIETE DE LA TARDE.

A. D. MMXVII
A. M. D. G. et B. V. M.
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III Reunión formativa de la Misión Popular

El próximo sábado, 21 de enero, a las seis de la tarde, la Sección tendrá la III REUNIÓN FORMATIVA DE LA MISIÓN POPULAR.

Es preciso llevar consigo el libro "Misiones Populares: Formarnos para la Misión", editado por la Vicaría Episcopal para la Nueva Evangelización de la Archidiócesis de Sevilla, y que fue repartido a todos los fieles de manos del Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Santiago Gómez Sierra, Obispo Auxiliar de Sevilla, en la Misa de Inicio de la Misión en la Parroquia de Santiago el Mayor el 29 de octubre del pasado año.

Este mes trataremos el tema "El valor de la parroquia".

Quien desee asistir deberá acceder al Convento de Santa Clara por la calle Alcalá y Orti, 39.
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Jornada Mundial del Emigrante y el Refugiado

(Publicado el jueves, 12 de enero de 2017)

Queridos hermanos y hermanas:

Celebramos en este domingo la Jornada mundial del emigrante y el refugiado. Me dirijo especialmente a vosotros, queridos inmigrantes. Hoy la Iglesia nos invita a escuchar vuestra voz y a acogeros fraternalmente. Sois para nosotros una bendición, en primer lugar para la comunidad cristiana, y también para toda la sociedad.

asenjo_oficial_2010_pm_webCon las maletas de vuestro viaje nos habéis traído una cultura que nos enriquece. Acogiéndoos con corazón abierto, nuestros ojos se llenan de los rasgos diversos de vuestros rostros, y nuestro aire de palabras pronunciadas en decenas de idiomas. Gracias a vosotros nuestra Archidiócesis se torna un nuevo Pentecostés y se escucha hablar de Dios en todos los idiomas. Sé que en las Misas del domingo de nuestras parroquias participáis fieles provenientes de todos los países hermanos de Latinoamérica: ecuatorianos y nicaragüenses, dominicanos y peruanos, bolivianos y argentinos… También de diversos países de Asia, chinos y filipinos, de África, congoleños, keniatas, etc., y del resto de Europa.

La Iglesia en Sevilla necesita de vosotros para rejuvenecerse y para enriquecer nuestras comunidades con vuestra fe sencilla y alegre, enraizada en la piedad popular. Aquí no sobra nadie. Todos somos necesarios. Aquí nadie es inmigrante. Todos somos hermanos porque Dios es Padre de todos, de modo que cuando entréis por las puertas de la parroquia tenéis que sentiros como cuando entráis por la puerta de la iglesia de vuestra ciudad. Me agrada que en algunas parroquias hayáis colocado imágenes de vuestra devoción: la Virgen de Caacupé, de Alta Gracia, de Guadalupe, el Cristo de los Milagros, etc.

Acabamos de celebrar la Navidad, y hemos recordado cómo la Virgen María alumbró al Salvador en un establo. Conocemos bien las dificultades de la Sagrada Familia ya en los primeros momentos de la vida de Jesús. Muy pronto tuvo que huir de su país ante la violencia asesina de Herodes, viviendo durante años como inmigrante en Egipto. Nadie como vosotros conoce la angustia y la inseguridad de vivir fuera del propio pueblo en una cultura desconocida, sin el apoyo y el calor de los vuestros. Contemplando a la Sagrada Familia inmigrante los cristianos no podemos sino acogeros con afecto y especial cariño.

Os pido perdón, en nombre de la comunidad cristiana, por las veces en que entre nosotros se ha traslucido falta de caridad o, incluso, xenofobia. El corazón de los cristianos algunas veces se contagia con actitudes mundanas como el rechazo de lo distinto, o la valoración de las situaciones sociales sólo desde una óptica económica. La Iglesia de Dios en Sevilla tiene que crecer en acogida creativa a los inmigrantes que habéis venido a nosotros.

IMG_1309_recOs recuerdo el mensaje que el papa Francisco, ha escrito para esta jornada. En él nos habla de los niños que tienen que salir de su tierra y que son víctimas especialmente vulnerables y sin voz: Deseo llamar la atención –nos dice- sobre la realidad de los emigrantes menores de edad, especialmente los que están solos, instando a todos a hacerse cargo de los niños, que se encuentran desprotegidos.

Muchos niños se ven privados en su propia patria de sus derechos elementales: alimentación, agua potable, vivir en un ambiente familiar sano, educación adecuada, jugar y ser, en definitiva, niños. Cuando emigran se convierten en el grupo más vulnerable de los inmigrantes, pues  acaban fácilmente en las garras de lo más bajo de la degradación humana. Entonces, “la ilegalidad y la violencia queman en un instante el futuro de muchos inocentes… La carrera desenfrenada hacia un enriquecimiento rápido y fácil lleva consigo también el aumento de plagas monstruosas como el tráfico de niños, la explotación y el abuso de menores y, en general, la privación de los derechos propios de la niñez”.

La respuesta cristiana a esta realidad no puede ser otra que la de la Ley de Dios: «No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto» (Ex 22,20); «Amaréis al forastero, porque forasteros fuisteis en Egipto» (Dt 10,19).

Los flujos migratorios son un signo de los tiempos en nuestros días, un signo que habla de la acción providencial de Dios en la historia con vistas a la comunión universal. Por ello denuncio como inhumana y profundamente insolidaria la actitud de los países europeos ante la crisis de refugiados de Oriente Medio que huyen de una guerra que amenaza su vida y las de sus hijos. Ninguna sociedad puede tenerse por cristiana si desoye el clamor de inocentes que necesitan ayuda. La tradición católica de poner los Belenes denuncia nuestras actitudes insolidarias e insensibles ante esta situación. Honramos en ellos a una familia pobre e inmigrante y cerramos nuestras puertas a las familias pobres e inmigrantes, para los que entrar en nuestros países es cuestión de vida o muerte.

La realidad de los inmigrantes nos interpela y llama a la conversión. Pidamos al Bendito Inmigrante que nos ayude a crecer en fraternidad solidaria.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

 

+ Juan Jose Asenjo Pelegrina, Arzobispo de Sevilla

 

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El Santísimo Niño Jesús vuelve a los brazos de Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano

(Publicado el domingo, 8 de enero de 2017)

Hoy, al término de la Santa Misa, se ha procedido al desmontaje del altar en el que el Santísimo Niño Jesús ha estado presidiendo el presbiterio durante todo el tiempo litúrgico de Navidad y que concluye hoy con la Fiesta de su Bautismo.

La Sagrada Imagen ha vuelto hoy a la mano protectora de su Bendita Madre, Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano. Por primera vez, desde la bendición canónica de la Santísima Virgen, el Divino Infante se nos presenta con potencias de plata y ataviado ya con el traje de cristianar compuesto de batón, sobrebatón y capillo realizados por N. H. A. D. Juan Jorge García García. Aunque el traje impide verlos, se le ha colocado los patucos blancos con filigranas en hilo de oro realizados por N.ª H. A. Sor Estela, O. S. C.


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Carta pastoral ‘En la Fiesta del Bautismo del Señor’

(Publicado el jueves, 5 de enero de 2017)

asenjo_oficial_2010_pm_webQueridos hermanos y hermanas:

Lo he referido alguna vez. Era la noche del 7 de diciembre de 1999 y estaba yo en la sacristía mayor de la Catedral de Toledo, de cuya archidiócesis era obispo auxiliar: Me preparaba para celebrar la Vigilia de la Inmaculada con los jóvenes. Allí me presentaron a un joven japonés de veintisiete años, doctor en ciencias jurídicas, miembro de una familia muy ligada al mundo de la cultura en su país, que a través del Camino Neocatecumenal tuvo la dicha de conocer a Jesucristo y a su Iglesia, siendo bautizado por el cardenal Rouco en la noche de Pascua de 1998 en la catedral de la Almudena de Madrid. Con lágrimas en los ojos me dijo que su infancia había transcurrido sin ninguna referencia religiosa y, al mismo tiempo que me manifestaba su alegría inmensa por ser cristiano, me pedía que encomendara al Señor su perseverancia y que le ayudara con la oración para acercar al Evangelio y al bautismo a su familia.

Celebramos en este domingo la fiesta del Bautismo del Señor, fiesta que evoca nuestro propio bautismo, el día más importante de nuestra vida. Nacidos en una tierra evangelizada en los primeros siglos de nuestra era, ser cristianos nos parece lo más natural. Nos parece también lo más natural el bautismo, al que nos presentaron nuestros padres  y que probablemente no valoramos como se merece. La historia del joven japonés recién convertido nos invita a alabar a Dios, que nos destinó desde toda la eternidad a ser sus hijos y  que ya en los primeros días de nuestra vida, nos bendijo con tantos y tan grandes bienes espirituales y celestiales.

Él nos eligió en la persona de Cristo para que seamos santos e irreprochables. Él nos regaló la vocación cristiana y la filiación divina. Nos regaló también el don precioso de la gracia santificante, que  nos hizo miembros de la familia de Dios, hijos del Padre, hermanos del Hijo y ungidos por el Espíritu. Nos incorporó además al misterio pascual de Cristo muerto y resucitado y, en consecuencia, nos hizo miembros de su Cuerpo Místico que es la Iglesia, nuestra familia, nuestro hogar, el manantial límpido en el que bebemos el agua de la gracia, la mesa familiar en la que cada domingo compartimos el pan de la palabra y de la eucaristía, algo que probablemente no estimamos en toda su trascendencia.

Y yo me pregunto: “¿Se puede ser cristiano en esta sociedad secularizada, hondamente materialista y cerrada a la transcendencia?”. Hay un primer obstáculo, el miedo a que se nos tache de antiguos o raros. La cobardía, la comodidad, el respeto humano y la falta de generosidad son los principales obstáculos que atenazan la voluntad de muchos jóvenes y adultos. El segundo obstáculo para ser cristianos buenos y fieles en esta sociedad son las seducciones del mundo. Hoy son muchos los que abandonan la fe, no tanto por razones de orden intelectual, sino por pura conveniencia. Se dejan llevar por los impulsos y apetencias de cada momento, por lo más cómodo, lo más placentero, la moda, el ambiente, por aquello que se nos presenta como lo más moderno o comúnmente aceptado, más allá de su bondad o malicia, verdad o falsedad. Las seducciones del mundo y las añagazas del diablo ahogan la semilla buena sembrada en el corazón de tantos jóvenes en su infancia, en la catequesis, en sus familias, parroquias y colegios.

Os reitero la pregunta: ¿Es posible hoy ser cristiano en esta sociedad que en buena medida vive de espaldas al Evangelio? La respuesta sólo puede ser positiva. Ser buen cristiano hoy ni es imposible, ni es una quimera inalcanzable, si cimentamos nuestra vida en la roca firme y segura que es Cristo. La contemplación de su vida, la escucha de su Palabra, el trato diario con Él y la recepción de los sacramentos de la penitencia y la eucaristía, nos permitirán vivir la vida nueva que Él nos ofrece.

En la fiesta del bautismo del Señor todos estamos invitados a revivir la gracia del bautismo, poniendo en el horizonte de nuestra vida a Jesucristo, sin excusas banales, sin dudas ni miedos. El Señor nos ofrece el camino de la felicidad auténtica, de la libertad sin recortes, de la verdadera alegría, un camino exigente, de esfuerzo, de renuncias, de tensión moral, sin componendas ni medias tintas, pero que nos permite vivir la única vida que merece la pena, la vida divina en nosotros, que es la vida en plenitud.

Contamos para ello con la ayuda segura del Señor. Contamos también con la ayuda de la madre Iglesia, que nos sostiene y acompaña en nuestro camino de fidelidad. En nuestra decisión de vivir comprometidamente vuestra vocación cristiana, contamos también con el aliento maternal de la Santísima Virgen, madre y medianera, abogada, socorro y auxiliadora.  Que ella nos ayude a vivir fielmente nuestros compromisos bautismales.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.

 

+ Juan José Asenjo Pelegrina

Arzobispo de Sevilla

 

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Carta pastoral ‘Feliz y santo Año Nuevo’

(Publicado el domingo, 1 de enero de 2017)

Queridos hermanos y hermanas:

Feliz año nuevo para todos los cristianos de Sevilla y para todos los sevillanos. En este primer día del año celebramos la solemnidad de Santa María, Madre de Dios. Iniciamos, pues, el nuevo año de la mejor forma posible, de la mano de la Virgen. La liturgia del Concilio Vaticano II ha colocado esta solemnidad, que sustituye a la antigua fiesta de la Circuncisión del Señor, en el centro de la Navidad, reconociendo así el papel decisivo de María en el misterio que en estos días celebramos. A ella, que hace posible la encarnación y el nacimiento del Señor, le pido para todos vosotros que el año 2017 sea verdaderamente un año de gracia, de verdadera renovación de nuestra vida cristiana y de nuestro compromiso apostólico. Con palabras de la primera lectura de la Eucaristía de esta solemnidad os deseo a todos que en el nuevo año que Dios nos concede, “el Señor os bendiga y os proteja, ilumine su rostro sobre vosotros y os conceda su favor; [que] el Señor se fije en vosotros y os conceda la paz” (Núm 6,24-26).

El próximo viernes, 6 de enero, celebraremos la solemnidad de la Epifanía del Señor. Todos recordamos con nostalgia las noches de Reyes de nuestra infancia, la nerviosa expectación de los regalos por humildes que estos fueran. Aun hoy, lejos ya de la inocencia in­fantil, seguimos disfrutando con la ilusión de los niños y el colorido de las cabalga­tas. Los regalos que hacemos o nos hacen en Navidad y Reyes nos ilustran muy bien sobre el significado de estos días, porque son un signo, pálido e imperfecto, del gran don que Dios nos hace con el nacimiento de su Hijo, don, por el que tenemos que ser agradecidos, entregando generosamente nuestras vidas al servicio del Señor y de nuestros hermanos, imitando al Señor, que se nos da, que se hace don y gracia para todos.

Epifanía significa manifestación de Dios. En la Historia de la Salvación, Dios se ha ido manifestando poco a poco. Al principio, a través de la creación, de la nube que guía al pueblo judío en su peregrinación por el desierto, del maná, las tablas de la ley, el arca de la alianza y el templo, lugar de encuentro de Israel con Dios. Después, Dios se revela por medio de los profetas. Con el naci­miento de Jesús, comienza la etapa definitiva de la manifestación plena de Dios a la hu­manidad. Desde entonces nos habla, se nos hace cercano y accesible no a través de intermediarios, sino por medio de su Hijo, que se hace uno de nosotros.

En su nacimiento histórico hace 2000 años, Jesús se manifestó primero al pueblo de Israel representado por José, María y los pastores. Pero el Señor vino para toda la humanidad, representada por los Magos. Estos personajes misteriosos, originarios de culturas diversas de la de Israel, simbolizan la voluntad salvífica universal de Dios en la encarnación y el nacimiento de su Hijo. Por ello, la Epifanía, manifestación de Dios a los pueblos gentiles, es nuestra fiesta. En las personas de los Reyes Magos está prefigurada la humanidad entera. El mis­terio revelado en primer término a los más ínti­mos y cercanos, se abre también a nosotros y a todos los hombres. Que en estos días, al mismo tiempo que contemplamos el misterio del Dios hecho niño, le agradezcamos con emoción el don de la fe que recibimos el día de nuestro bautismo, la auténtica y verdadera manifestación de Dios en nuestras vidas.

La Epifanía es la fiesta de la universalidad de la salvación que Jesucristo ofrece a todos los hombres y mujeres de todas las épo­cas y lugares. Nadie está excluido del plan salvador de Dios, sea alto o bajo, joven o anciano, rico o pobre, sabio o iletrado. Por ello, la Epifanía exige de nosotros colaborar con el plan de Dios, hacer que Dios sea conocido, reconoci­do, adorado y glorificado por todos los hombres. La Epifanía, junto con Pentecostés, es la gran fiesta de la misión universal de la Iglesia, una fiesta de una intensa tonalidad apostólica y misionera.

En esta fiesta celebramos las Jornadas del Catequista nativo y del Instituto Español de Misiones Extranjeras. En ellas recordamos con afecto y encomendamos en nuestra oración a los catequistas laicos que colaboran con los misioneros en la evangelización. Recordamos también a los sacerdotes diocesanos españoles que, habiéndolo dejado todo, anuncian el Reino de Jesús en la vanguardia misionera. La mejor manera de agradecer a Dios su manifestación en Jesucristo y el regalo de la fe es renovar nuestro compromiso misionero, de modo que la manifestación que co­menzó con la adoración de los Magos, siga extendiéndose al mundo entero con nuestra colaboración, con nuestra palabra y con nuestro testimonio, compartiendo con nuestros hermanos nuestro mejor tesoro, Jesucristo.

Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición. Feliz año nuevo, feliz día de Reyes.

+ Juan José Asenjo Pelegrina

Arzobispo de Sevilla
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