El Santísimo Niño Jesús ataviado para la fiesta litúrgica de su Bautismo

(Publicado el sábado, 9 de enero de 2016)

Mañana domingo, 10 de enero, la Iglesia Católica celebrará la fiesta litúrgica del Bautismo del Señor con la que concluirá el tiempo de Navidad para dar paso al tiempo Ordinario.

Cuando hablamos del Bautismo del Señor, inevitablemente tenemos que empezar hablando de San Juan Bautista, el precursor de Jesús, que dedicó su vida a predicar la Palabra de Dios y a bautizar a quienes deseaban convertirse (Lc 3, 2-4). 

En el Evangelio de este domingo veremos la infinita humildad de Jesús que, aun siendo verdaderamente Dios, fue a donde Juan a bautizarse y fue entonces cuando quedó plenamente instituido el sacramento del Bautismo:

"En aquel tiempo, el pueblo estaba en expectación, y todos se preguntaban si no sería Juan el Mesías; él tomó la palabra y dijo a todos:

—«Yo os bautizo con agua; pero viene el que puede más que yo, y no merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego.»

En un bautismo general, Jesús también se bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma, y vino una voz del cielo:

—«Tú eres mi Hijo, el amado, el predilecto.»" (Lc 3, 15-16. 21-22)

Aunque es costumbre que las imágenes de la Santísima Virgen en sus misterios gloriosos porten al Divino Infante con el traje de cristianar para la fiesta litúrgica de la Presentación del Señor (La Candelaria), Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano ya nos presenta al Santísimo Niño Jesús ataviado con él y sin su característica corona.

El traje se compone del batón, sobrebatón y capillo realizados en raso blanco y tul con bordados en guipur plateado y perlas.



Redacción y fotografías: N.H.A.D. Juan Escamilla Martín.