Pero fue también especial porque se dio la feliz coincidencia de que la Santa Misa fue oficiada por el Rvdo. P. Fray Fernando Mendoza Laguna, nada menos que el Delegado General “Pro Monialibus” de la Curia General de la Orden Franciscana, de visita en el Monasterio. Tras oficiar la misa y realizar Estación a Jesús Sacramentado, compartió con la Sección Adoradora parte de la Vigilia e impartió la Bendición con Su Divina Majestad, Fue un magnífico colofón a este Año dedicado a la gran Santa y Doctora de la Iglesia Universal.
Este fraile, afable, cercano, humilde y culto (fue profesor de estudios teológicos, Maestro de novicios y Maestro de estudiantes de teología) se encontraba en las misiones, al frente de una parroquia en el Estado de Michoacán, con una feligresía dispersa por sus 3.200 km2, a los que visitaba en su mula. Un día, le ocurrió como al profeta Aarón, que estaba cuidando las ovejas y el Señor le encargó una gran responsabilidad. Pues a él, que cuidaba de su mula, el Ministro General le encargó ser el Delegado General “Pro Monialibus” de la Orden Franciscana. Desde entonces tiene a su cargo a las Clarisas y Concepcionistas de todo el mundo, el cual recorre de punta a punta, ya no en mula obviamente. Conoce la situación actual de la vida contemplativa franciscana en las distintas realidades del mundo, cuida, forma, anima y resuelve los problemas de las monjas. Y así lo seguirá haciendo hasta que le permitan volver con su mula a recorrer los difíciles caminos de Michoacán para visitar a los feligreses.
Fue para la Antigua y Franciscana Sección de Alcalá de Guadaíra de la Adoración Nocturna Española, un placer y un honor, escuchar su plática, siempre acertada, con ejemplos que llegan a todo el mundo.
Especialmente emotivas fueron las palabras que le salieron del corazón cuando salió de la Sacristía, tras haber expuesto al Santísimo en la Custodia, y, al dirigirse al coro, dirigir unas espontáneas palabras a los adoradores, tras solicitar la venia a Jesús Sacramentado, en las que hizo una semblanza entre el episodio evangélico de Jesús en casa de Marta y María, cuando la primera se queja al Señor, de que ella anda intensamente atareada en tenerlo todo previsto, mientras que su hermana está literalmente embobada escuchando y gozando de las enseñanzas del Maestro. Y Jesús le responde: “Marta, Marta, tú te inquietas y te turbas por muchas cosas; pero pocas son necesarias, o más bien una sola. María ha escogido la mejor parte, que no le será arrebatada”. Estas palabras las aplicó a los adoradores, haciéndoles ver que han escogido la mejor parte: gozar de la presencia del Señor, en oración y en adoración.
Por último, compartió junto con las Hermanas Clarisas y los presentes las Completas, para terminar la Vigilia del mejor modo posible: recibiendo la fuerza de la Bendición con Jesús Sacramentado.
Redacción: NN.HH.AA. D. Juan Jorge García García y D. Francisco Burgos Becerra.
Fotografías: N.H.A.D. Francisco Burgos Becerra.
Fotografías: N.H.A.D. Francisco Burgos Becerra.
