Nuestra Señora Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano estrena un nuevo traje para el mes de los difuntos

(Publicado el domingo, 1 de noviembre de 2020)

En otras ocasiones en las que hemos hablando de la forma de vestir las imágenes de la Santísima Virgen María, hemos incidido en que la piedad y devoción de los fieles, a través de los siglos, ha ido conformando una serie de costumbres, encaminadas a fomentar más si cabe la unión entre la Sagrada Imagen y sus devotos. Por ello, la Madre, en su icono, se alegra o se entristece con sus hijos. A ello contribuyen muy mucho los colores empleados en los trajes.

Así, mirando hacia atrás, hasta bien avanzado el siglo XIX, las imágenes de Dolorosas solían vestir de colores muy oscuros, cuando no de negro. En cambio, las letíficas empleaban todo tipo de colores; lo que atestiguan los cuadros y numerosos exvotos pintados en los que aparecen este tipo de imágenes. Además de los trajes y vestidos que aún podemos contemplar en el ajuar de las grandes devociones, algunas muy cercanas a nosotros, y generalmente de gran antigüedad, que conservan ricas piezas de siglos pasados: Rocío (Almonte), Gracia (Carmona), Consolación (Utrera), Setefilla (Lora del Río), Regla (Chipiona), Araceli (Lucena), Guadalupe (Cáceres), y un largo etcétera, que haría interminable esta relación.

Nuestra Sección adoradora alcalareña está puesta bajo el patrocinio de la Santísima Virgen Reina de los Ángeles, CONSOLACIÓN Y GRACIA, imagen que al ser recibida, ya contaba con unas características que debemos respetar, relacionadas con las advocaciones a las que representa: barco en su mano derecha y el Niño Jesús en la izquierda (Consolación), traje de reina todo del mismo color (manto y saya), con amplio miriñaque, mangas de punta y rostrillo orlado por amplio encaje blanco (Gracia). Por eso, desde el principio, todos los vestidos se han confeccionado siguiendo estas premisas. Porque, además, es lo que le da singularidad a la sagrada imagen entre todas las de nuestra localidad.

Y siguiendo estas pautas, desde el grupo de Camaristas y personas encargadas de su cuidado, se ha seguido siempre las condiciones de ese estilo al confeccionar los diferentes trajes que van conformando, poco a poco, el ajuar de la Señora, en diversos colores: blanco, marfil, verde, morado, celeste, etc.

La última pieza incorporada es la que luce durante este mes de noviembre, confeccionada a partir de dos saris de procedencia hindú, bordados en oro sobre tejido negro, regalados ambos por sus devotos. El primero de ellos, entregado hace ya varios años (2015), y el segundo más reciente (2019). La singularidad de este traje consiste precisamente en el color negro de fondo, que se ve atenuado por los riquísimos bordados que prácticamente cubren la totalidad del tejido, lo que lo hace apropiado para una imagen “de gloria”. Evidentemente, al confeccionar dicho traje con las piezas de ambos saris, se ha tenido en cuenta que el resultado fuera uniforme, colocando dichas piezas y adaptándolas para que el fondo negro quedara a la vista lo justo y suficiente. Creemos que el resultado ha sido satisfactorio, habiendo quedado un vestido muy rico y original, al tiempo que podemos decir que “la Virgen está de luto”, siendo quizás la primera imagen de este tipo que se viste totalmente de este color luctuoso.

De luto en este mes de noviembre, dedicado tradicionalmente a recordar y orar por todos nuestros familiares y amigos difuntos; pero de luto también este año de una manera especial por todos sus hijos que han fallecido víctimas de la terrible pandemia que sigue entre nosotros.

A Ella, CONSOLÁTRIX AFLICTÓRUM, elevamos nuestras plegarias, como nuestra Intercesora y MATER DIVÍNAE GRÁTIAE.














Fotografías: N. H. A. D. Juan Jorge García García y N. H. A. D. Juan Escamilla Martín.