INDULGENCIA PLENARIA
Concedida, según la tradición, por S. S. Honorio III, en el año 1216, a todos los fieles que, el día 2 de agosto, visitasen la capilla de la Porciúncula, en Asís, cuna de la Orden Franciscana.
En la actualidad, se puede ganar, también por los fieles difuntos, visitando cualquier iglesia parroquial o franciscana, rezando un Padrenuestro y el Credo, confesándose, comulgando y orando por las intenciones del Sumo Pontífice.
Hoy quiero cantarte, Señora de los Ángeles,
Fotografía: N. H. A. D. Juan Escamilla Martín.
En la actualidad, se puede ganar, también por los fieles difuntos, visitando cualquier iglesia parroquial o franciscana, rezando un Padrenuestro y el Credo, confesándose, comulgando y orando por las intenciones del Sumo Pontífice.
PLEGARIA A NUESTRA SEÑORA DE LOS ÁNGELES
Hoy quiero cantarte, Señora de los Ángeles,
Reina Soberana, Madre Celestial.
Yo soy una alondra que ha puesto en ti su nido.
Viendo tu hermosura, te reza su cantar.
Luz de la mañana, María, templo y cuna,
mar de toda gracia, fuego, nieve y flor.
Puerta siempre abierta, rosa sin espinas,
yo te doy mi vida, soy tu trovador.
Salve, surco abierto donde Dios se siembra.
Te eligió por madre Cristo el Redentor.
Salve, esclava y reina, Virgen nazarena,
casa, paz y abrazo para el pecador.
Luz de la mañana, María, templo y cuna,
mar de toda gracia, fuego, nieve y flor.
Puerta siempre abierta, rosa sin espinas,
yo te doy mi vida, soy tu trovador.
Letra y música: Cesáreo Gabaráin Azurmendi.
Fotografía: N. H. A. D. Juan Escamilla Martín.