Quinto día del Solemne Quinario en honor y gloria de Jesús Sacramentado

(Publicado el viernes, 30 de junio de 2017)

Nuestra Archicofradía celebrará hoy en el Convento de Santa Clara Solemnes Cultos en honor y gloria de Jesús Sacramentado, comenzando a las 8 de la tarde con la Santa Misa, Exposición Mayor del Santísimo Sacramento, Ejercicio de Quinario, Bendición con S. D. M. y Reserva, oficiando los Reverendos Padres Salesianos. La Santa Misa será cantada por las Hermanas Clarisas. y aplicada por el alma de N. H. A. D. José López Lara (q. e. p. d.).

Se ruega a los hermanos adoradores y fieles en general su asistencia a estos Cultos.

Los hermanos adoradores deberán portar la insignia y la medalla de la Archicofradía.


EJERCICIO DEL DÍA QUINTO

Señor nuestro Jesucristo:
Tu Pasión y Muerte, que la Eucaristía nos recuerda, son la prueba más clara del amor de Dios al hombre. «De tal manera amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Unigénito.» (Jn 3, 16).

«En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó y nos envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.» (1 Jn 4, 10). «La prueba de que Dios nos ama es que Cristo, siendo nosotros todavía pecadores, murió por nosotros.» (Rom 5, 8)
De corazones bien nacidos es de ser agradecidos, y agradecerte el haber muerto por nosotros y para la remisión de nuestros pecados nos exige un esfuerzo continuo de conversión.
Reconocemos que «hemos pecado, hemos obrado injustamente, somos culpables.» (1 Re 8, 47) y, con el profeta David, pedimos: «Misericordia, Dios mío, por tu bondad.» (Sal SO).
Que tu cuerpo, entregado por nosotros y levantado en la cruz, nos haga volvernos a Ti. Que tu Sangre derramada para la remisión de los pecados purifique de las obras muertas nuestras conciencias para rendir culto a Dios vivo. (Heb 9, 14).
Que la Eucaristía nos recuerde siempre la obligada respuesta del agradecimiento: Que si Tú diste tu vida por nosotros, también nosotros debemos dar la vida por los hermanos.

Escucha, Señor, nuestra oración:
Con nosotros oran también la Inmaculada Virgen María, a la que nos diste desde el árbol de tu Santa y Vera Cruz, como Madre de la Iglesia y Madre nuestra, y que nosotros veneramos con el dulce título de Reina de los Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano; su esposo San José, San Pascual Bailón, Santa Teresa de Jesús, Nuestro Padre San Francisco y Nuestra Madre Santa Clara de Asís, todos los ángeles y los adoradores que nos han precedido y que están contigo en el cielo.
Por su intercesión y la fe de tu Iglesia nos dirigimos a Ti, Jesucristo Señor nuestro, que permaneces para siempre con nosotros, oculto en las Sagradas Especies del Pan y del Vino, y que vives y reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo y eres Dios, por los siglos de los siglos.

Amén.