Sin duda, la profundidad
espiritual de sus palabras, sus alabanzas al Señor, con su verbo fluido, y los bellos
cánticos de las Hermanas Clarisas, harán que los asistentes disfruten de
momentos únicos, de los que te marcan y recuerdas siempre, pues se percatarán
de que Jesús está siempre con nosotros.
A continuación se transcribe la
entrevista realizada al pregonero por N.H.A.D. Francisco Burgos Becerra.
¿Qué supone para
ti exaltar la Eucaristía?
Sin duda un gran descubrimiento.
Cuando me propusieron realizar el Pregón Eucarístico, lo asumí con la misma
responsabilidad e ilusión que otros encargos anteriores, pero conforme lo iba
redactando me di cuenta que era distinto, que era como un dar y recibir al
mismo tiempo. El esfuerzo y la dedicación por intentar escribir algunas
palabras y ordenar varias ideas se veía recompensado por la gran paz que sentía
en mi interior cada vez que profundizada en el conocimiento del Misterio de la
Santa Eucaristía.
Al Pregón Eucarístico le pasa algo
similar a lo que ocurre con la Procesión del Corpus. Existen cofradías que
tienen una repercusión social superior, pero sin embargo a esta última la
consideramos como la cofradía de las cofradías porque es el mismo Jesús
Sacramentado el que sale en procesión, acompañado de personas que van dando la
cara, sin timideces ni vergüenzas, dando testimonio abierto de su condición de
hombres cristianos.
Es sabido por todos, que existen
pregones que son más “mediáticos”, pero el Pregón Eucarístico es un pregón
especial porque se habla de la presencia permanente de Jesucristo Salvador.
¿Cuáles serán las líneas
maestras de tu Pregón?
El hilo argumental del Pregón será
lo dispuesto en el Evangelio de San Mateo, 1,22-23: Todo esto aconteció
para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del profeta: “Una
virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre “Emanuel” que
significa: “Dios con nosotros. Pues en base a esto, iremos viendo
como a lo largo de la historia siempre Dios ha estado con nosotros y ha estado
presente en multitud de acontecimientos de la vida de este pueblo. A lo largo
del pregón se irá repitiendo la frase: “Jesús siempre con nosotros”.
¿Cuál crees que es hoy día el
papel de las Hermandades y Cofradías en nuestra sociedad tan secularizada?
Las Hermandades a lo largo de la
historia siempre han demostrado una gran capacidad de adaptación a las
circunstancias del momento. La actividad de las hermandades se desarrolla a
través de tres ámbitos de actuación: el culto, la formación y la caridad. En
los momentos que estamos viviendo la caridad debe ser el aspecto que más deben
cuidar las hermandades y de hecho así se está haciendo. Ahora, más que nunca,
debemos contribuir a llevar la presencia de la Iglesia y de Jesús a todas las
partes de nuestro pueblo que lo esté pasando mal económica y espiritualmente.
¿Piensas que tiene sentido,
precisamente en el contexto de dicha sociedad, la
Adoración al Santísimo Sacramento?
Evidentemente y lo digo por
experiencia propia. Cuando he participado en la vigilia organizada por la
Adoración Nocturna he experimentado un momento de encuentro personal con Dios,
de estar frente a él en profunda oración y de poder agradecerle su bondad. Es
momento de ofrecerse en cuerpo y alma a su voluntad, a su proyecto, a su
plan de amor para la humanidad.
Llegado este punto me gustaría
reconocer la labor que está desarrollando la Sección alcalareña de la Adoración
Nocturna. Se encontraron una institución en un estado de decadencia y han
logrado revitalizarla en muy poco tiempo, y lo que es más importante han
logrado hacerla presente en todos los ámbitos sociales y religiosos de nuestro
pueblo. Han recuperado ritos y costumbres antiquísimas como la Fiesta de las
Espigas que no se celebraba en Alcalá desde 1903.
¿Qué dirías a los jóvenes para
que se acerquen a las Hermandades, a la Iglesia, a Jesús Sacramentado?
Simplemente les diría que se
acerquen porque son necesarios. Las Hermandades y la Iglesia necesitan de
jóvenes comprometidos y a cambio se les puede ofrecer distintos campos de trabajo
donde pueden desarrollar sus inquietudes y donde pueden experimentar la grata
sensación de sentirse útiles para la sociedad en general.
Pero me gustaría detenerme en el
acercamiento a Jesús Sacramentado. No hay nada más gratificante para nuestro espíritu
que la visita a un Sagrario. Cuando nos invada algún problema o cuando la vida
nos sorprenda con algún revés, tenemos que acordarnos de que existe un lugar
que nos ayudará a resolver muchas de las inquietudes que nos acechan. El
silencio, el recogimiento y la intimidad que nos ofrece el Sagrario son los
ingredientes idóneos para encontrarnos con nosotros mismos y con Dios. Son los
ingredientes que nos darán la fuerza suficiente para afrontar cualquier
contratiempo que la vida nos depare. Son los ingredientes que harán brotar de
nuestro interior lo mejor que tenemos: la humildad y el amor por los demás.