El pregonero adoró
con amor a Cristo Eucaristía, adoró con Cristo al Padre, oró, permaneció
amorosamente en la presencia de Aquel que nos ama…
Los adoradores se
unieron al Sacrificio de la redención, acompañando a Jesús en su oración
nocturna y dolorosa de Getsemaní.
José Manuel, vivió
en primera persona el significado del lema de la Adoración Nocturna: “Velad y orad para no caer en tentación”
(Mt, 26, 41). Y no pudo tener mejor compañía, pues con él oraban con
espíritu de expiación y reparación por los pecados propios y los del mundo, los
adoradores de la Sección, pero también las Hermanas Clarisas y las Hijas de la
Caridad, que volvían a demostrar su inconmensurable amor por Cristo Eucaristía.
Juntos adoraron a Jesús Sacramentado con cantos y lecturas, con preces y
silencio, adoraron a Cristo Eucaristía rezando la Liturgia de las Horas.
Alabaron al Señor y le dieron gracias, le pidieron por el mundo y por la Iglesia,
edificada sobre el cimiento de los apóstoles y extendida hasta los confines del
mundo, le pidieron consuelo para los enfermos y que los librara de sus
sufrimientos, libertad para los oprimidos y pan para los hambrientos, la
concesión de la vida nueva para los hermanos difuntos, y en este Año de la Vida
Consagrada, pidieron especialmente que comprendiéramos y valoráramos la
elección personal y ejemplo de vida de quienes han consagrado su vida al Señor,
y pidieron por las vocaciones sacerdotales, misioneras y religiosas,
especialmente por las de las órdenes religiosas implantadas en Alcalá de
Guadaíra y que tan buen trabajo están realizando: Las Hermanas Pobres de Santa
Clara, las Hijas de la Caridad, las Misioneras de Acción Parroquial, las
Siervas del Hogar de la Madre, los Hermanos de San Juan de Dios y los Padres
Salesianos.
También pidieron
por las intenciones de S.S. el Papa Francisco para el mes de abril: Para que
las personas aprendan a respetar la creación y a cuidarla como don de Dios, y
para que los cristianos perseguidos sientan la presencia reconfortante del
Señor Resucitado y la solidaridad de toda la Iglesia.
En el rezo de
Completas, como Antífona final a la Santísima Virgen en el Tiempo Pascual, se
cantó “Regina Cæli”, mientras los ojos de los adoradores
posaban su mirada en la tierna y dulce Imagen de Nuestra Señora Reina de los
Ángeles, Consolación y Gracia del Género Humano.
Y llenos del Amor
de Cristo Eucaristía, los adoradores salen a predicar el Evangelio, como pedía
San Francisco de Asís, con el ejemplo de nuestra vida.
Redacción y fotografías: N.H.A.D. Francisco Burgos Becerra.
Redacción y fotografías: N.H.A.D. Francisco Burgos Becerra.














