Como se viene realizando en este Año de la Vida Consagrada, la vigilia
se dedicó principalmente al fomento de las vocaciones sacerdotales, religiosas
y misioneras. Se vio engrandecida con la presencia de cuatro seminaristas,
Francisco Gordon, Francisco Romero,
Cristian Rodríguez, y Manuel Jiménez, quien había recibido ya el Orden
del Diaconado y en el próximo mes de junio recibirá (D. m.) el Presbiterado. Todos ellos celebraron con los
adoradores presentes la parte final de la vigilia, rezando el Santo Rosario,
Preces expiatorias y Completas, a las que, como siempre, se sumaron las
Hermanas Clarisas, y finalmente, el diácono, impartió la Bendición con su
Divina Majestad.
Este grupo de cuatro jóvenes pasaban el fin de semana en Alcalá,
visitando distintas parroquias y comunidades, informando en las misas de las
actividades del seminario e invitando a los jóvenes a no tener miedo a escuchar
la llamada del Señor, siguiendo la recomendación del Señor Arzobispo en su
carta semanal: “Necesitamos jóvenes
valientes, que estén dispuestos a ofrecer sus vidas al servicio del Evangelio,
de la iglesia y de sus hermanos”.
Finalizada la vigilia departieron amablemente con todos los asistentes,
demostrando su simpatía, la alegría de su juventud y su ilusión por seguir la
llamada del Señor. Todos ellos conocían ya a la Adoración Nocturna, porque en
el Seminario sevillano, desde hace varios años, reciben información mensual y
personalizada de la misma, celebrando también vigilias mensuales de carácter
interno. Por ello, manifestaron su alegría por la casualidad “el regalo del
Señor”, lo llamaron ellos, de coincidir en Alcalá con la vigilia de Adoración a
Cristo Eucaristía, el que todo lo puede, el que nos salva entregándose por
nosotros, como rememoraremos en los próximos días de la Semana Santa, y al que
los sacerdotes hacen presente en las Sagradas Especies del Pan y del Vino en la
Santa Misa.
Redacción y fotografía: NN.HH.AA. D. Juan Jorge García García y D. Francisco Burgos Becerra.
Redacción y fotografía: NN.HH.AA. D. Juan Jorge García García y D. Francisco Burgos Becerra.